Talált 47 Eredmények: Comeréis

  • La comeréis en lugar sagrado, por ser la porción tuya y la porción de tus hijos, de los manjares que se abrasan en honor de Yahveh, pues así me ha ordenado. (Levítico 10, 13)

  • Tú, y contigo tus hijos y tus hijas, comeréis también en lugar puro el pecho mecido y la pierra reservada, porque os han sido dados como porción tuya y de tus hijos, de los sacrificios de comunión de los israelitas. (Levítico 10, 14)

  • Pero entre los que rumian o tienen pezuña hendida, no comeréis: camello, pues aunque rumia, no tiene partida la pezuña; será impuro para vosotros; (Levítico 11, 4)

  • No comeréis su carne ni tocaréis sus cadáveres; serán impuros para vosotros. (Levítico 11, 8)

  • Serán abominables para vosotros: no comeréis su carne y tendréis sus cadáveres como abominables. (Levítico 11, 11)

  • No comeréis ningún animal de los que caminan sobre su vientre o sobre cuatro patas o sobre muchos pies, es decir, ningún bicho que se arrastra por el suelo, porque son abominación. (Levítico 11, 42)

  • Porque la vida de toda carne es su sangre. Por eso mando a los israelitas: «No comeréis la sangre de ninguna carne, pues la vida de toda carne es su sangre. Quien la coma, será exterminado.» (Levítico 17, 14)

  • El quince de este mes se celebrará la fiesta de los Azimos en honor de Yahveh. Durante siete días comeréis panes ázimos. (Levítico 23, 6)

  • No comeréis pan ni grano tostado ni grano tierno hasta ese mismo día, hastar traer la ofrenda de vuestro Dios. Decreto perpetuo será éste de generación en generación dondequiera que habitéis. (Levítico 23, 14)

  • porque es el jubileo, que será sagrado para vosotros. Comeréis lo que el campo dé de sí. (Levítico 25, 12)

  • Y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta saciaros; y habitaréis seguros en ella. (Levítico 25, 19)

  • El tiempo de trilla alcanzará hasta la vendimia, y la vendimia hasta la siembra; comeréis vuestro pan hasta saciaros y habitaréis seguros en vuestra tierra. (Levítico 26, 5)


“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina