Talált 233 Eredmények: Creación del Arca

  • La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontaneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza (Romanos 8, 20)

  • Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. (Romanos 8, 22)

  • Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo. (II Corintios 5, 17)

  • Porque nada cuenta ni la circuncisión, ni la incircuncisión, sino la creación nueva. (Gálatas 6, 15)

  • El es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, (Colosenses 1, 15)

  • De hecho, hemos entrado en el descanso los que hemos creído, según está dicho: Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso! Y eso que las obras de Dios estaban terminadas desde la creación del mundo, (Hebreos 4, 3)

  • que contenía el altar de oro para el incienso, el arca de la Alianza - completamente cubierta de oro - y en ella, la urna de oro con el maná, la vara de Aarón que retoño y las tablas de la Alianza. (Hebreos 9, 4)

  • Encima del arca, los querubines de gloria que cubrían con su sombra el propiciatorio. Mas no es éste el momento de hablar de todo ello en detalle. (Hebreos 9, 5)

  • Para ello habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Sino que se ha manifestado ahora una sola vez, en la plenitud de los tiempos, para la destrucción del pecado mediante su sacrificio. (Hebreos 9, 26)

  • Por la fe, Noé, advertido por Dios de lo que aún no se veía, con religioso temor construyó un arca para salvar a su familia; por la fe, condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia según la fe. (Hebreos 11, 7)

  • predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos a causa de vosotros; (I Pedro 1, 20)

  • en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el Arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas, fueron salvados a través del agua; (I Pedro 3, 20)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina