Talált 123 Eredmények: Gentes
Tet. Sus puertas en tierra se han hundido, él ha deshecho y roto sus cerrojos; su rey y sus príncipes están entre las gentes; ¡ya no hay Ley! Y tampoco sus profetas logran visiones de Yahveh. (Lamentaciones 2, 9)
Nos has entregado en manos de nuestros enemigos, gentes sin ley, pésimos impíos, en manos de un rey injusto, el más perverso de la tierra toda. (Daniel 3, 32)
Mirad a las gentes, contemplad, quedad estupefactos, atónitos: voy a hacer yo una obra en vuestros días que no creeríais si se os contara. (Habacuc 1, 5)
¿No viene de Yahveh Sebaot que los pueblos se fatiguen para el fuego y las gentes se agoten para nada? (Habacuc 2, 13)
Al oírlo Jesús, se retiró de allí en una barca, aparte, a un lugar solitario. En cuanto lo supieron las gentes, salieron tras él viniendo a pie de las ciudades. (Mateo 14, 13)
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, (Mateo 28, 19)
Y les enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las gentes? ¡Pero vosotros la tenéis hecha una cueva de bandidos! » (Marcos 11, 17)
porque tenía una sola hija, de unos doce años, que estaba muriéndose. Mientras iba, las gentes le ahogaban. (Lucas 8, 42)
Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Como todos negasen, dijo Pedro: «Maestro, las gentes te aprietan y te oprimen.» (Lucas 8, 45)
Pero las gentes lo supieron, y le siguieron; y él, acogiéndolas, les hablabla acerca del Reino de Dios, y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. (Lucas 9, 11)
Estaba expulsando un demonio que era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las gentes se admiraron. (Lucas 11, 14)
«Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, (Lucas 21, 25)