Talált 255 Eredmények: Mundo

  • Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo. (Colosenses 2, 8)

  • Una vez que habéis muerto con Cristo a los elementos del mundo ¿por qué sujertaros, como si aún vivierais en el mundo, a preceptos como (Colosenses 2, 20)

  • Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos de este mundo, no porque os vean, como quien busca agradar a los hombres; sino con sencillez de corazón, en el temor del Señor. (Colosenses 3, 22)

  • Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación: Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores; y el primero de ellos soy yo. (I Timoteo 1, 15)

  • Y sin duda alguna, grande es el Misterio de la piedad: El ha sido manifestado en la carne, justificado en el Espíritu, visto de los Angeles, proclamado a los gentiles, creído en el mundo, levantado a la gloria. (I Timoteo 3, 16)

  • Porque nosotros no hemos traído nada al mundo y nada podemos llevarnos de él. (I Timoteo 6, 7)

  • porque me ha abandonado Demas por amor a este mundo y se ha marchado a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia. (II Timoteo 4, 10)

  • Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios. (Hebreos 1, 6)

  • En efecto, Dios no sometió a los ángeles el mundo venidero del cual estamos hablando. (Hebreos 2, 5)

  • De hecho, hemos entrado en el descanso los que hemos creído, según está dicho: Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso! Y eso que las obras de Dios estaban terminadas desde la creación del mundo, (Hebreos 4, 3)

  • saborearon las buenas nuevas de Dios y los prodigios del mundo futuro, (Hebreos 6, 5)

  • Pero presentóse Cristo como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de una Tienda mayor y más perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo. (Hebreos 9, 11)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina