Talált 390 Eredmények: Oráculo

  • Yo, Yahveh, he hablado, y cumplo la palabra: no me retraeré, no tendré piedad ni me compadeceré. Según tu conducta y según tus obras te juzgarán, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 24, 14)

  • Pondré mi venganza contra Edom en manos de mi pueblo Israel, que tratará a Edom según mi cólera y mi furor, y se sabrá lo que es mi venganza, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 25, 14)

  • Quedará, en medio del mar, como un secadero de redes. Porque he hablado yo, oráculo del Señor Yahveh. Tiro será presa propicia para las naciones. (Ezequiel 26, 5)

  • Te convertiré en roca pelada, quedarás como secadero de redes; no volverás a ser reconstruida, porque yo, Yahveh, he hablado, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 26, 14)

  • Haré de ti un objeto de espanto, y no existirás más. Se te buscará y no se te encontrará jamás, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 26, 21)

  • Tendrás la muerte de los incircuncisos, a manos de extranjeros. Porque he hablado yo, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 28, 10)

  • En compensación de su esfuerzo contra Tiro, yo le entrego el país de Egipto, porque han trabajado para mí, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 29, 20)

  • Así dice Yahveh: Caerán los apoyos de Egipto, se desplomará el orgullo de su fuerza; desde Migdol a Siene, caerán todos a espada, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 30, 6)

  • ¿A quién eras comparable en gloria y en grandeza, entre los árboles de Edén? Sin embargo has sido precipitado, con los árboles de Edén, en los infiernos; en medio de incircuncisos yaces, con las víctimas de la espada: ése es Faraón y toda su multitud, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 31, 18)

  • Oscureceré por tu causa todos los astros que brillan en el cielo, y traeré tinieblas sobre tu país, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 32, 8)

  • Entonces yo amansaré sus aguas, haré correr sus ríos como aceite, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 32, 14)

  • Una elegía es ésta, que cantarán las hijas de las naciones. La cantarán sobre Egipto y sobre toda su multitud. Cantarán esta elegía, oráculo del Señor Yahveh. (Ezequiel 32, 16)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina