Talált 388 Eredmények: Puso

  • le dijo con fuerte voz: «Ponte derecho sobre tus pies.» Y él dio un salto y se puso a caminar. (Hechos 14, 10)

  • Arribaron a Efeso y allí se separó de ellos. Entró en la sinagoga y se puso a discutir con los judíos. (Hechos 18, 19)

  • Dicho esto se puso de rodillas y oro con todos ellos. (Hechos 20, 36)

  • Al día siguiente, queriendo averiguar con certeza de qué le acusaban los judíos, le sacó de la cárcel y mandó que se reunieran los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín; hizo bajar a Pablo y le puso ante ellos. (Hechos 22, 30)

  • Hacía ya días que no habíamos comido; entonces Pablo se puso en medio de ellos y les dijo: «Amigos, más hubiera valido que me hubierais escuchado y no haberos hecho a la mar desde Creta; os hubierais ahorrado este peligro y esta pérdida. (Hechos 27, 21)

  • Diciendo esto, tomó pan, dio gracias a Dios en presencia de todos, lo partió y se puso a comer. (Hechos 27, 35)

  • Dios no ha rechazado a su pueblo, en quien de antemano puso sus ojos. ¿O es que ignoráis lo que dice la Escritura acerca de Elías, cómo se queja ante Dios contra Israel? (Romanos 11, 2)

  • Pues afirmo que Cristo se puso al servicio de los circuncisos a favor de la veracidad de Dios, para dar cumplimiento a las promesas hechas a los patriarcas, (Romanos 15, 8)

  • Ahora bien, Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo según su voluntad. (I Corintios 12, 18)

  • Y así los puso Dios en la Iglesia, primeramente como apóstoles; en segundo lugar como profetas; en tercer lugar como maestros; luego, los milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de lenguas. (I Corintios 12, 28)

  • Comenzasteis bien vuestra carrera, ¿quién os puso obstáculo para no seguir a la verdad? (Gálatas 5, 7)

  • Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. El puso su mano derecha sobre mí diciendo: «No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo, (Apocalipsis 1, 17)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina