Talált 36 Eredmények: alcance

  • En obra y palabra honra a tu padre, para que te alcance su bendición. (Eclesiástico 3, 8)

  • someted al yugo vuestro cuello, que vuestra alma reciba la instrucción: está ahí a vuestro alcance. (Eclesiástico 51, 26)

  • «Poco es que seas mi siervo, en orden a levantar las tribus de Jacob, y de hacer volver los preservados de Israel. Te voy a poner por luz de las gentes, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra.» (Isaías 49, 6)

  • No habrá allí jamás niño que viva pocos días, o viejo que no llene sus días, pues morir joven será morir a los cien años, y el que no alcance los cien años será porque está maldito. (Isaías 65, 20)

  • Las tropas caldeas les persiguieron y dando alcance a Sedecías en los llanos de Jericó, le prendieron y le subieron a Riblá, en tierra de Jamat, adonde Nabucodonosor, rey de Babilonia, que lo sometió a juicio. (Jeremías 39, 5)

  • Correo al alcance de correo corre, e informador al alcance de informador, para informar al rey de Babilonia que ha sido tomada su ciudad de cabo a cabo, (Jeremías 51, 31)

  • Las tropas caldeas persiguieron al rey Sedecías y le dieron alcance en los llanos de Jericó; entonces todo el ejército se dispersó de su lado. (Jeremías 52, 8)

  • Dichoso aquel que sepa esperar y alcance mil trescientos treinta y cinco días. (Daniel 12, 12)

  • Pero las prudentes replicaron: "No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis." (Mateo 25, 9)

  • Pues bien sé yo que nada bueno habita en mí, es decir, en mi carne; en efecto, querer el bien lo tengo a mi alcance, mas no el realizarlo, (Romanos 7, 18)

  • Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas; corre al alcance de la justicia, de la piedad, de la fe, de la caridad, de la paciencia en el sufrimiento, de la dulzura. (I Timoteo 6, 11)

  • Huye de las pasiones juveniles. Vete al alcance de la justicia, de la fe, de la caridad, de la paz, en unión de los que invocan al Señor con corazón puro. (II Timoteo 2, 22)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina