Talált 508 Eredmények: altar del holocausto
El día quince del séptimo mes, en la fiesta, hará lo mismo durante siete días, ofreciendo el sacrificio por el pecado, el holocausto, la oblación y el aceite. (Ezequiel 45, 25)
y el príncipe entrará desde el exterior por el vestíbulo del pórtico y se quedará de pie junto a las jambas del pórtico. Entonces los sacerdotes ofrecerán su holocausto y su sacrificio de comunión. El se postrará en el umbral del pórtico, luego saldrá, y no se cerrará el pórtico hasta la tarde. (Ezequiel 46, 2)
El holocausto que el príncipe ofrecerá a Yahveh el sábado, será de seis corderos sin defecto y de un carnero sin defecto; (Ezequiel 46, 4)
Cuando el príncipe ofrezca un holocausto voluntario o un sacrificio de comunión voluntario a Yahveh, se le abrirá el pórtico que mira a oriente, ofrecerá su holocausto y su sacrificio de comunión, de la misma manera que el día de sábado, saldrá luego, y el pórtico se cerrará en cuanto haya salido. (Ezequiel 46, 12)
Ofrecerás cada día en holocausto a Yahveh un cordero de un año sin defecto: lo ofrecerás cada mañana. (Ezequiel 46, 13)
Se ofrecerá el cordero, la oblación y el aceite, cada mañana, como holocausto perpetuo. (Ezequiel 46, 15)
Me llevó a la entrada de la Casa, y he aquí que debajo del umnbral de la Casa salía agua, en dirección a oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia oriente. El agua bajaba de debajo del lado derecho de la Casa, al sur del altar. (Ezequiel 47, 1)
ya no hay, en esta hora, príncipe, profeta ni caudillo, holocausto, sacrificio, oblación ni incienso ni lugar donde ofrecerte las primicias, (Daniel 3, 38)
¡Ceñíos y plañid, sacerdotes, gemid, ministros del altar; venid, pasad la noche en sayal, ministros de mi Dios, porque a la Casa de vuestro Dios se le ha negado oblación y libación! (Joel 1, 13)
Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros de Yahveh, y digan: «¡Perdona, Yahveh, a tu pueblo, y no entregues tu heredad al oprobio a la irrisión de las naciones! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: ¿Dónde está su Dios?» (Joel 2, 17)
sobre ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar, y el vino de los que han multado beben en la casa de su dios... (Amós 2, 8)
que el día que yo visite a Israel por sus rebeldías, visitaré los altares de Betel; serán derribados los cuernos del altar y caerán por tierra. (Amós 3, 14)