Talált 149 Eredmények: alto

  • Llegado el mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: «¡Gritad más alto, porque es un dios; tendrá algún negocio, le habrá ocurrido algo, estará en camino; tal vez esté dormido y se despertará!» (I Reyes 18, 27)

  • Gritaron más alto, sajándose, según su costumbre, con cuchillos y lancetas hasta chorrear la sangre sobre ellos. (I Reyes 18, 28)

  • El resto que se salve de la casa de Judá echará raíces por debajo y frutos en lo alto. (II Reyes 19, 30)

  • También el altar que había en Betel y el alto que hizo Jeroboam, hijo de Nebat, el que hizo pecar a Israel, derribó este altar y este alto, rompió las piedras, las redujo a polvo, y quemó el cipo. (II Reyes 23, 15)

  • y el sacerdote Sadoq y a sus hermanos, los sacerdotes, delante de la Morada de Yahveh, en el alto de Gabaón, (I Crónicas 16, 39)

  • Pues la Morada de Yahveh, que Moisés había hecho en el desierto, y el altar de los holocaustos, estaban a la sazón en el alto de Gabaón; (I Crónicas 21, 29)

  • Después Salomón fue con toda la asamblea al alto de Gabaón, porque allí se hallaba la Tienda del Encuentro de Dios, que Moisés, siervo de Yahveh, había hecho en el desierto. (II Crónicas 1, 3)

  • Salomón regresó a Jerusalén desde el alto de Gabaón, de delante de la Tienda del Encuentro, y reinó sobre Israel. (II Crónicas 1, 13)

  • Delante de la sala hizo dos columnas de 35 codos de alto. El capitel que las coronaba tenía cinco codos. (II Crónicas 3, 15)

  • Construyó también un altar de bronce de veinte codos de largo, veinte codos de ancho y diez codos de alto. (II Crónicas 4, 1)

  • Hizo el Mar de metal fundido, de diez codos de borde a borde. Era enteramente redondo y de cinco codos de alto. Un cordón de treinta codos medía su contorno. (II Crónicas 4, 2)

  • Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, cinco codos de ancho, y tres codos de alto, que había colocado en medio del atrio; poniéndose sobre él se arrodilló frente a toda la asamblea de Israel. Y extendiendo sus manos hacia el cielo, (II Crónicas 6, 13)


A firmeza de todo o edifício depende da fundação e do teto! São Padre Pio de Pietrelcina