Talált 2104 Eredmények: ancianos de Israel
Porque todo primogénito me pertenece. El día en que herí a todos los primogénitos de Egipto, consagré para mí a todos los primogénitos de Israel, tanto de hombre como de ganado. Son para mí. Yo, Yahveh.» (Números 3, 13)
Tomó la plata de los primogénitos de Israel: 1.365 siclos, en siclos del santuario. (Números 3, 50)
El total de los levitas que Moisés, Aarón y los principales de Israel registraron por clanes y familias, (Números 4, 46)
Y toda ofrenda reservada de lo que los hijos de Israel consagran y presentan al sacerdote, será para éste. (Números 5, 9)
los principales de Israel, jefes de familias, y principales de las tribus, que habían presidido el censo, hicieron una ofrenda. (Números 7, 2)
Esta fue la ofrenda de los principales de Israel en la dedicación del altar, el día en que fue ungido: doce fuentes de plata, doce acetres de plata y doce navetas de oro. (Números 7, 84)
Pero cuando suene una sola, se reunirán contigo los principales, jefes de millares de Israel. (Números 10, 4)
Dijo Moisés a Jobab, hijo de Reuel el madianito, suegro de Moisés: «Nosotros partimos para el lugar del que ha dicho Yahveh: Os lo daré. Ven con nosotros y te trataremos bien, porque Yahveh ha prometido bienestar a Israel.» (Números 10, 29)
Y cuando se detenía, decía: «Vuelve, Yahveh, a las miríadas de Israel.» (Números 10, 36)
Yahveh respondió a Moisés: «Reúneme setenta ancianos de Israel, de los que sabes que son ancianos y escribas del pueblo. Llévalos a la Tienda del Encuentro y que estén allí contigo. (Números 11, 16)
Salió Moisés y transmitió al pueblo las palabras de Yahveh. Luego reunió a setenta ancianos del pueblo y los puso alrededor de la Tienda. (Números 11, 24)
Bajó Yahveh en la Nube y le habló. Luego tomó algo del espíritu que había en él y se lo dio a los sententa ancianos. Y en cuanto reposó sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, pero ya no volvieron a hacerlo más. (Números 11, 25)