Talált 24 Eredmények: becerro

  • Y vi que vosotros habíais pecado contre Yahveh vuestro Dios. Os habíais hecho un becerro de fundición: bien pronto os habíais apartado del camino que Yahveh os tenía prescrito. (Deuteronomio 9, 16)

  • Y vuestro pecado, el becerro que os habíais hecho, lo tomé y lo quemé; lo hice pedazos, lo pasé a la muela hasta que quedó reducido a polvo, y tiré el polvo al torrente que baja de la montaña. (Deuteronomio 9, 21)

  • Ni siquiera cuando se fabricaron un becerro de metal fundido y exclamaron: «¡Este es tu dios que te sacó de Egipto!» (grandes desprecios te hicieron). (Nehemías 9, 18)

  • Todos mis hermanos y la casa de mi padre Neftalí ofrecían sacrificios al becerro que Jeroboam, rey de Israel, había hecho en Dan, en los montes de Galilea. (Tobías 1, 5)

  • En Horeb se fabricaron un becerro, se postraron ante un metal fundido, (Salmos 106, 19)

  • Bien he oído a Efraím lamentarse: «Me corregiste y corregido fui, cual becerro no domado. Hazme volver y volveré, pues tú, Yahveh, eres mi Dios. (Jeremías 31, 18)

  • Y a los individuos que traspasaron mi acuerdo, aquellos que no han hecho válidos los términos del acuerdo que firmaron en mi presencia, yo los volveré como el becerro que cortaron en dos y por entre cuyos pedazos pasaron: (Jeremías 34, 18)

  • a los jefes de Judá, los jefes de Jerusalén, los eunucos, los sacerdotes y todo el pueblo de la tierra que han pasado por entre los pedazos del becerro, (Jeremías 34, 19)

  • ¡Tu becerro repele, Samaria! Mi cólera se ha inflamado contra ellos: ¿hasta cuándo no podrán purificarse? (Oseas 8, 5)

  • Porque viene de Israel, un artesano ha hecho eso, y eso no es Dios. Sí, quedará hecho trizas el becerro de Samaria. (Oseas 8, 6)

  • Por el becerro de Bet Aven tiemblan los habitantes de Samaria; sí, por él hace duelo su pueblo, por él sus sacerdotes: ¡que exulten por su gloria, porque ha emigrado lejos de él! (Oseas 10, 5)

  • E hicieron aquellos días un becerro y ofrecieron un sacrificio al ídolo e hicieron una fiesta a las obras de sus manos. (Hechos 7, 41)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina