Talált 108 Eredmények: carros

  • El que hizo salir carros y caballos a una con poderoso ejército; a una se echaron para no levantarse, se apagaron, como mecha se extinguieron. (Isaías 43, 17)

  • Pues he aquí que Yahveh en fuego viene y como torbellino son sus carros, para desfogar su cólera con ira y su amenaza con llamas de fuego. (Isaías 66, 15)

  • Y traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones como oblación a Yahveh - en caballos, carros, literas, mulos y dromaderios - a mi monte santo de Jerusalén - dice Yahveh - como traen los hijos de Israel la oblación en recipiente limpio a la Casa de Yahveh. (Isaías 66, 20)

  • Ved cómo se levanta cual las nubes, como un huracán sus carros, y ligeros más que águilas sus corceles. - ¡Ay de nosotros, estamos perdidos! (Jeremías 4, 13)

  • entonces entrarán por las puertas de esta ciudad reyes que se sienten sobre el trono de David, montados en carros y caballos, ellos y sus oficiales, la gente de Judá y los habitantes de Jerusalén. Y durará esta ciudad para siempre. (Jeremías 17, 25)

  • Porque si ponéis en práctica esta palabra, entonces seguirán entrando por las puertas de esta casa reyes sucesores de David en el trono, montados en carros y caballos, junto con sus servidores y su pueblo. (Jeremías 22, 4)

  • Subid, caballos, y enfureceos, carros, y salgan los valientes de Kus y de Put que manejan escudo, y los ludios que asestan el arco.» (Jeremías 46, 9)

  • al son del galopar de los caballos de sus adalides, al ruido de sus carros y al estrépito de sus ruedas. No se volverán padres a hijos, por el cansancio de sus brazos, (Jeremías 47, 3)

  • Espada a sus caballos y a sus carros, a toda la mezcolanza de gentes que hay dentro de ella, y serán como mujeres. Espada a sus tesoros y serán saqueados. (Jeremías 50, 37)

  • y vendrán contra ti desde el norte carros y carretas, con una asamblea de pueblos. Por todas partes te opondrán el pavés, el escudo y el yelmo. Yo les daré el encargo de juzgarte y te juzgarán conforme a su derecho. (Ezequiel 23, 24)

  • Pues así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo traigo contra Tiro, por el norte, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros y jinetes y gran número de tropas. (Ezequiel 26, 7)

  • Sus caballos son tan numerosos que su polvo te cubrirá. Al estrépito de su caballería, de sus carros y carretas, trepidarán tus murallas cuando entre él por tus puertas, como se entra en una ciudad, brecha abierta. (Ezequiel 26, 10)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina