Talált 212 Eredmények: confesión de pecados

• Lo mismo le ocurre al que convive con el pecador y comparte sus pecados. (Eclesiástico 12, 14)

• No se apiadó de la nación perdida, de los que estaban engreídos en sus pecados. (Eclesiástico 16, 9)

• No se le ocultan sus iniquidades, todos sus pecados están ante el Señor. (Eclesiástico 17, 20)

• Conviértete al Señor y deja tus pecados, suplica ante su faz y quita los obstáculos. (Eclesiástico 17, 25)

• Hijo, ¿has pecado? No lo vuelvas a hacer, y pide perdón por tus pecados anteriores. (Eclesiástico 21, 1)

• ¿Quién aplicará el látigo a mis pensamientos, y a mi corazón la disciplina de la sabiduría, para que no se perdonen mis errores, ni pasen por alto mis pecados? (Eclesiástico 23, 2)

• No sea que mis yerros aumenten, y que abunden mis pecados, que caiga yo ante mis adversarios, y de mí se ría mi enemigo. (Eclesiástico 23, 3)

• Hay un lenguaje que equivale a la muerte, ¡que no se halle en la heredad de Jacob! Pues los piadosos rechazan todo esto, y en los pecados no se revuelcan. (Eclesiástico 23, 12)

• Dos clases de gente multiplican los pecados, y la tercera atrae la ira: (Eclesiástico 23, 16)

• El hombre que su propio lecho viola y que dice para sí: «¿Quién me ve?; la oscuridad me envuelve, las paredes me encubren, nadie me ve, ¿qué he de temer?; el Altísimo no se acordará de mis pecados», (Eclesiástico 23, 18)

• El que se venga, sufrirá venganza del Señor, que cuenta exacta llevará de sus pecados. (Eclesiástico 28, 1)

• Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados. (Eclesiástico 28, 2)