Talált 211 Eredmények: consejo sabio

  • Pero también él es sabio, hará venir el mal, y no retirará sus palabras; se levantará contra la casa de los malhechores y contra la ayuda de los que obran la iniquidad. (Isaías 31, 2)

  • Te has pensado que meras palabras de los labios son consejo y bravura para la guerra. Pero ahora ¿en quién confías, que te has rebelado contra mí? (Isaías 36, 5)

  • ¿Quién es el sabio?, pues que entienda esto; a quién ha hablado la boca de Yahveh?, pues que lo diga; ¿por qué el país se ha perdido, incendiado como el desierto donde no pasa nadie? (Jeremías 9, 11)

  • Así dice Yahveh: No se alabe el sabio por su sabiduría, ni se alabe el valiente por su valentía, ni se alabe el rico por su riqueza; (Jeremías 9, 22)

  • Entonces dijeron: «Venid y tramemos algo contra Jeremías, porque no va a faltarle la ley al sacerdote, el consejo al sabio, ni al profeta la palabra. Venid e hirámosle por su propia lengua: no estemos atentos a todas sus palabras.» (Jeremías 18, 18)

  • (Porque ¿quién asistió al consejo de Yahveh y vio y oyó su palabra?, ¿quién escuchó su palabra y la ha oído?) (Jeremías 23, 18)

  • Pues si asistieron a mi consejo, hagan oír mi palabra a mi pueblo, y háganle tornar de su mal camino y de sus acciones malas. (Jeremías 23, 22)

  • Vendrá desastre tras desastre, noticia tras noticia: se pedirá al profeta una visión, le faltará al sacerdote la ley, el consejo a los ancianos. (Ezequiel 7, 26)

  • ¡Oh sí, eres más sabio que Danel! Ningún sabio es semejante a ti. (Ezequiel 28, 3)

  • Por eso, oh rey, acepta mi consejo: rompe tus pecados con obras de justicia y tus iniquidades con misericordia para con los pobres, para que tu ventura sea larga.» (Daniel 4, 24)

  • ¿Quién es sabio para entender estas cosas, inteligente para conocerlas?: Que rectos son los caminos de Yahveh, por ellos caminan los justos, mas los rebeldes en ellos tropiezan. (Oseas 14, 10)

  • La voz de Yahveh grita a la ciudad: ¡Escuchad, tribu y consejo de la ciudad! (Miqueas 6, 9)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina