Talált 954 Eredmények: días santos
más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta, (I Pedro 1, 15)
como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo. (I Pedro 1, 16)
Pues quien quiera amar la vida y ver días felices, guarde su lengua del mal, y sus labios de palabras engañosas, (I Pedro 3, 10)
en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el Arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas, fueron salvados a través del agua; (I Pedro 3, 20)
Acordaos de las predicciones de los santos profetas y del mandamiento de vuestros apóstoles que es el mismo del Señor y Salvador. (II Pedro 3, 2)
Sabed ante todo que en los últimos días vendrán hombres llenos de sarcasmo, guiados por sus propias pasiones, (II Pedro 3, 3)
Queridos, tenía yo mucho empeño en escribiros acerca de nuestra común salvación y me he visto en la necesidad de hacerlo para exhortaros a combatir por la fe que ha sido transmitida a los santos de una vez para siempre. (Judas 1, 3)
No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días. Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. (Apocalipsis 2, 10)
Sé dónde vives: donde está el trono de Satanás. Eres fiel a mi nombre y no has renegado de mi fe, ni siquiera en los días de Antipas, mi testigo fiel, que fue muerto entre vosotros, ahí donde habita Satanás. (Apocalipsis 2, 13)
Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos. (Apocalipsis 5, 8)
Otro Angel vino y se puso junto al altar con un badil de oro. Se le dieron muchos perfumes para que, con las oraciones de todos los santos, los ofreciera sobre el altar de oro colocado delante del trono. (Apocalipsis 8, 3)
Y por mano del Angel subió delante de Dios la humareda de los perfumes con las oraciones de los santos. (Apocalipsis 8, 4)