Talált 1838 Eredmények: dar

  • Porque me apiadaré de sus iniquidades y de sus pecados no me acordaré ya. (Hebreos 8, 12)

  • No conteniendo, en efecto, la Ley más que una sombra de los bienes futuros, no la realidad de las cosas, no puede nunca, mediante unos mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año, dar la perfección a los que se acercan. (Hebreos 10, 1)

  • Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. (Hebreos 10, 6)

  • Dice primero: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te agradaron - cosas todas ofrecidas conforme a la Ley - (Hebreos 10, 8)

  • añade: Y de sus pecados e iniquidades no me acordaré ya. (Hebreos 10, 17)

  • Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza; yo daré lo merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo. (Hebreos 10, 30)

  • unas veces expuestos públicamente a ultrajes y tribulaciones; otras, haciéndoos solidarios de los que así eran tratados. (Hebreos 10, 33)

  • Ahora bien, sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan. (Hebreos 11, 6)

  • Ya sabéis cómo luego quiso heredar la bendición; pero fue rechazado y no logró un cambio de parecer, aunque lo procuró con lágrimas. (Hebreos 12, 17)

  • No os olvidéis de la hospitalidad; gracias a ella hospedaron algunos, sin saberlo, a ángeles. (Hebreos 13, 2)

  • No os olvidéis de hacer el bien y de ayudaros mutuamente; ésos son los sacrificios que agradan a Dios. (Hebreos 13, 16)

  • Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues velan sobre vuestras almas como quienes han de dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegría y no lamentándose, cosa que no os traería ventaja alguna. (Hebreos 13, 17)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina