Talált 158 Eredmények: descanso en el séptimo día

  • Así descansó la espada en Israel. Jonatán se estableció en Mikmas, comenzó a juzgar al pueblo e hizo desaparecer de Israel a los impíos. (I Macabeos 9, 73)

  • El séptimo mes del año 160, con ocasión de la fiesta de las Tiendas, vistió Jonatán los ornamentos sagrados; reclutó tropas y fabricó gran cantidad de armanento. (I Macabeos 10, 21)

  • Llegado éste a Jerusalén y fingiendo venir en son de paz esperó hasta el día santo del sábado. Aprovechando el descanso de los judíos, mandó a sus tropas que se equiparan con las armas, (II Macabeos 5, 25)

  • Otros que se habían reunido en cuevas próximas para celebrar a escondidas el día séptimo, fueron denunciados a Filipo y quemados juntos, sin que quisieran hacer nada en su defensa, por respeto a la santidad del día. (II Macabeos 6, 11)

  • Judas, después de reorganizar el ejército, se dirigió hacia la ciudad de Odolam. Al llegar el día séptimo, se purificaron según la costumbre y celebraron allí el sábado. (II Macabeos 12, 38)

  • Supo Nicanor que los hombres de Judas se hallaban en la región de Samaría y decidió atacarlos sin riesgo en el día del descanso. (II Macabeos 15, 1)

  • Ellos le replicaron: «Es el mismo Señor que vive como Soberano en el cielo el que mandó observar el día séptimo.» (II Macabeos 15, 4)

  • No ha visto el sol, no lo ha conocido, y ha tenido más descanso que el otro. (Eclesiastés 6, 5)

  • El justo, aunque muera prematuramente, halla el descanso. (Sabiduría 4, 7)

  • Porque al fin hallarás en ella el descanso, y ella se te trocará en contento. (Eclesiástico 6, 28)

  • Con el insensato no multipliques las palabras, con el tonto no vayas de camino; guárdate de él para evitar el aburrimiento, y para que su contacto no te manche. Apártate de él y encontrarás descanso, y no te enervarán sus arrebatos. (Eclesiástico 22, 13)

  • Mejor es la muerte que una vida amarga, el descanso eterno que enfermedad permanente. (Eclesiástico 30, 17)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina