Talált 340 Eredmények: diez mandamientos
Espero tu salvación, Yahveh, tus mandamientos cumplo. (Salmos 119, 166)
Mi lengua repita tu promesa, pues todos tus mandamientos son justicia. (Salmos 119, 172)
Me he descarriado como oveja perdida: ven en busca de tu siervo. No, no me olvido de tus mandamientos. (Salmos 119, 176)
Oh Dios, quiero cantarte un canto nuevo, salmodiar para ti al arpa de diez cuerdas, (Salmos 144, 9)
A continuación, Judas nombró jefes del pueblo: jefes de mil hombres, de cien, de cincuenta y de diez. (I Macabeos 3, 55)
Pero Judas, llamado también Macabeo, formó un grupo de unos diez y se retiró al desierto. Llevaba con sus compañeros, en las montañas, vida de fieras salvajes, sin comer más alimento que hierbas, para no contaminarse de impureza. (II Macabeos 5, 27)
Guarda mis mandamientos y vivirás; sea mi lección como la niña de tus ojos. (Proverbios 7, 2)
La sabiduría da más fuerza al sabio que diez poderosos que haya en la ciudad. (Eclesiastés 7, 19)
Basta de palabras. Todo está dicho. Teme a Dios y guarda sus mandamientos, que eso es ser hombre cabal. (Eclesiastés 12, 13)
Mi amado es fúlgido y rubio, distinguido entre diez mil. (Cantar 5, 10)
durante diez meses fui modelado en su sangre, de una semilla de hombre y del placer que acompaña al sueño. (Sabiduría 7, 2)
Contigo está la Sabiduría que conoce tus obras, que estaba presente cuando hacías el mundo, que sabe lo que es agradable a tus ojos, y lo que es conforme a tus mandamientos. (Sabiduría 9, 9)