Talált 14 Eredmények: error

  • Tomáis también con vosotros el doble de plata y devolvéis personalmente la plata devuelta en la boca de vuestras talegas, por si se trata de un error. (Génesis 43, 12)

  • Llevará al sacerdote, como sacrificio de reparación, un carnero del rebaño, sin defecto, según su valoración; y el sacerdote hará expiación por él a causa del error que cometió sin darse cuenta, y se le perdonará. (Levítico 5, 18)

  • Se quedaban admirados de su belleza y, por ella, admiraban a los israelitas, diciéndose unos a otros: «¿Quién puede menospreciar a un pueblo que tiene mujeres como ésta? ¡Sería un error dejar con vida a uno solo de ellos, porque los que quedaran, serían capaces de engañar a toda la tierra!» (Judit 10, 19)

  • Otra calamidad he visto bajo el sol, como error que emana de la autoridad: (Eclesiastés 10, 5)

  • Demasiado, en verdad, se habían desviado por los caminos del error, teniendo por dioses a los más viles y despreciables, animales, dejándose engañar como pequeñuelos inconscientes. (Sabiduría 12, 24)

  • ¡Qué error el vuestro! ¿Es el alfarero como la arcilla, para que diga la obra a su hacedor: «No me ha hecho», y la vasija diga de su alfarero: «No entiende el oficio?» (Isaías 29, 16)

  • Jesús les respondió: «Estáis en un error, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios. (Mateo 22, 29)

  • Jesús les contestó: «¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? (Marcos 12, 24)

  • No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error.» (Marcos 12, 27)

  • Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error, (Efesios 4, 14)

  • Nuestra exhortación no procede del error, ni de la impureza ni con engaño, (I Tesalonicenses 2, 3)

  • Hablando palabras altisonantes, pero vacías, seducen con las pasiones de la carne y el libertinaje a los que acaban de alejarse de los que viven en el error. (II Pedro 2, 18)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina