Talált 1480 Eredmények: formación del hombre
Pues no penetró Cristo en un santuario hecho por mano de hombre, en una reproducción del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro, (Hebreos 9, 24)
de modo que podamos decir confiados: El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? (Hebreos 13, 6)
Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste, (Santiago 1, 7)
un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos. (Santiago 1, 8)
¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman. (Santiago 1, 12)
Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. (Santiago 1, 20)
Supongamos que entra en vuestra asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido sucio; (Santiago 2, 2)
Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no por la fe solamente. (Santiago 2, 24)
pues todos caemos muchas veces. Si alguno no cae hablando, es un hombre perfecto, capaz de poner freno a todo su cuerpo. (Santiago 3, 2)
Toda clase de fieras, aves, reptiles y animales marinos pueden ser domados y de hecho han sido domados por el hombre; (Santiago 3, 7)
en cambio ningún hombre ha podido domar la lengua; es un mal turbulento; está llena de veneno mortífero. (Santiago 3, 8)
Elías era un hombre de igual condición que nosotros; oró insistentemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. (Santiago 5, 17)