Talált 493 Eredmények: lenguas de fuego
Entonces se levantó Joab, fue a casa de Absalón y le dijo: «¿Por qué tus servidores han prendido fuego a mi campo?» (II Samuel 14, 31)
Una humareda subió de sus narices y de su boca un fuego que abrasaba; de él salían carbones encendidos. (II Samuel 22, 9)
Del fulgor que le precedía se encendieron granizo y ascuas de fuego. (II Samuel 22, 13)
Nadie los toca si no es con hierro o el fuste de una lanza para ser consumidos por el fuego. (II Samuel 23, 7)
Cuando Zimrí vio que la ciudad iba a ser tomada, entró en la ciudadela de la casa del rey, prendió fuego sobre sí a la casa del rey y murió, (I Reyes 16, 18)
Que se nos den dos novillos; que elijan un novillo para ellos, que los despedacen y lo pongan sobre la leña, pero que no pongan fuego. Yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, pero no pondré fuego. (I Reyes 18, 23)
Invocaréis el nombre de vuestro dios; yo invocaré el nombre de Yahveh. Y el dios que responda por el fuego, ése es Dios.» Todo el pueblo respondió: «¡Está bien!» (I Reyes 18, 24)
Elías dijo a los profetas de Baal: «Elegíos un novillo y comenzad vosotros primero, pues sois más numerosos. Invocad el nombre de vuestro dios, pero no pongáis fuego.» (I Reyes 18, 25)
Cayó el fuego de Yahveh que devoró el holocausto y la leña, y lamió el agua de las zanjas. (I Reyes 18, 38)
Después del temblor, fuego, pero no estaba Yahveh en el fuego. Después del fuego, el susurro de una brisa suave. (I Reyes 19, 12)
Respondió Elías y dijo al jefe de cincuenta: «Si soy hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore a ti y a tus cincuenta.» Bajó fuego del cielo que le devoró a él y a sus cincuenta. (II Reyes 1, 10)
Respondió Elías y le dijo: «Si soy hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore a ti y a tus cincuenta.» Bajó fuego del cielo que le devoró a él y a sus cincuenta. (II Reyes 1, 12)