Talált 291 Eredmények: lista de pueblos

  • A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás. (Daniel 7, 14)

  • Efraím se mezcla con los pueblos, Efraím es una torta a la que no se ha dado vuelta. (Oseas 7, 8)

  • No te regocijes, Israel, no jubiles como los pueblos, pues te has prostituido, lejos de tu Dios, y amas ese salario sobre todas las eras de grano. (Oseas 9, 1)

  • Voy a venir a visitarlos, y se aliarán pueblos contra ellos, cuando sean visitados por su doble culpa. (Oseas 10, 10)

  • Ante él se estremecen los pueblos, todos los rostros mudan de color. (Joel 2, 6)

  • Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros de Yahveh, y digan: «¡Perdona, Yahveh, a tu pueblo, y no entregues tu heredad al oprobio a la irrisión de las naciones! ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: ¿Dónde está su Dios?» (Joel 2, 17)

  • ¡Escuchad, pueblos todos, atiende tierra y cuanto encierras! ¡Sea testigo Yahveh contra vosotros, el Señor desde su santo Templo! (Miqueas 1, 2)

  • Sucederá en días futuros que el monte de la Casa de Yahveh será asentado en la cima de los montes, y se alzará por encima de las colinas. Y afluirán a él los pueblos, (Miqueas 4, 1)

  • El juzgará entre pueblos numerosos, y corregirá a naciones poderosas; forjarán ellas sus espadas en azadones, y sus lanzas en podaderas. No blandirá más la espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra. (Miqueas 4, 3)

  • Pues todos los pueblos caminan cada uno en el nombre de sus dioses, pero nosotros caminamos en el nombre de Yahveh nuestro Dios, para siempre jamás. (Miqueas 4, 5)

  • ¡Levántate y trilla, hija de Sión! Que yo haré tu cuerno de hierro, y haré de bronce tus pezuñas: triturarás a pueblos numerosos, y consagrarás su botín en anatema a Yahveh, y su riqueza al Señor de toda la tierra. (Miqueas 4, 13)

  • Y será el Resto de Jacob, en medio de pueblos numerosos, como rocío que viene de Yahveh, como lluvia sobre la hierba, él, que no espera en el hombre ni aguarda nada de los hijos de hombre. (Miqueas 5, 6)


“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina