Talált 233 Eredmények: lucha de jacó con el ángel

  • El Angel de Yahveh dijo a Elías: «Baja con él y no temas ante él.» Se levantó y bajó con él donde el rey, (II Reyes 1, 15)

  • Aquella misma noche salió el Angel de Yahveh e hirió en el campamento asirio a 185.000 hombres; a la hora de despertarse, por la mañana, no había más que cadáveres. (II Reyes 19, 35)

  • De Zabulón, 50.000 aptos para salir a campaña, preparados para la batalla, provistos de todas las armas de guerra, audaces en la lucha, con corazón entero. (I Crónicas 12, 34)

  • tres años de hambre, o tres meses de derrotas ante tus enemigos, con la espada de tus enemigos a la espalda, o bien tres días durante los cuales la espada de Yahveh y la peste anden por la tierra y el ángel de Yahveh haga estragos en todo el territorio de Israel. Ahora, pues, mira qué debo responder al que me envía.» (I Crónicas 21, 12)

  • Mandó Dios un ángel contra Jerusalén para destruirla; pero cuando ya estaba destruyéndola, miró Yahveh y se arrepintió del estrago, y dijo al ángel Exterminador: «¡Basta ya; retira tu mano!» El ángel de Yahveh estaba junto a la era de Ornán el jebuseo. (I Crónicas 21, 15)

  • Alzando David los ojos vio al ángel de Yahveh que estaba entre la tierra y el cielo con una espada desenvainada en su mano, extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos, cubiertos de sayal, cayeron rostro en tierra. (I Crónicas 21, 16)

  • Entonces el ángel de Yahveh dijo a Gad que diera a David la orden de subir para alzar un altar a Yahveh en la era de Ornán el jebuseo. (I Crónicas 21, 18)

  • Ornán, que estaba trillando el trigo, se volvió y, al ver al ángel, él y sus cuatro hijos se escondieron. (I Crónicas 21, 20)

  • Entonces Yahveh ordenó al ángel que volviera la espada a la vaina. (I Crónicas 21, 27)

  • pero David no se había atrevido a presentarse delante de Dios para consultarle, porque estaba aterrado ante la espada del ángel de Yahveh. (I Crónicas 21, 30)

  • Y Yahveh envió un ángel que exterminó a todos los guerreros esforzados de su ejército, a los príncipes y a los jefes que había en el campamento del rey de Asiria; el cual volvió a su tierra cubierta la cara de vergüenza, y al entrar en la casa de su dios, allí mismo, los hijos de sus propias entrañas le hicieron caer a espada. (II Crónicas 32, 21)

  • Salió Tobías a buscar un hombre que conociera la ruta y fuera con él a Media. En saliendo, encontró a Rafael, el ángel, parado ante él; pero no sabía que era un ángel de Dios. (Tobías 5, 4)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina