Talált 94 Eredmények: meseta de Judea

  • Ocupó Yazer y sus aldeas, y regresó a Judea. (I Macabeos 5, 8)

  • Dejó para defensa de Judea a José, hijo de Zacarías, y a Azarías, jefe del pueblo, con el resto del ejército, (I Macabeos 5, 18)

  • Tomó luego consigo a los judíos de Galilea y Arbattá, con sus mujeres, hijos y cuanto poseían, y en medio de una gran alegría los llevó a Judea. (I Macabeos 5, 23)

  • Y José y Azarías fueron derrotados y perseguidos hasta la frontera de Judea. Sucumbieron aquel día alrededor de 2.000 hombres del pueblo de Israel. (I Macabeos 5, 60)

  • El ejército real subió a Jerusalén, al encuentro de los judíos, y el rey acampó contra Judea y contra el monte Sión. (I Macabeos 6, 48)

  • Pero no había víveres en los almacenes, porque aquel era año séptimo, y además los israelitas liberados de los gentiles y traídos a Judea habían consumido las últimas reservas. (I Macabeos 6, 53)

  • salió a recorrer todo el territorio de Judea para tomar venganza de los desertores y no dejarles andar por la región. (I Macabeos 7, 24)

  • Vuelto a Jerusalén, hizo Báquides levantar ciudades fortificadas en Judea: la fortaleza de Jericó, Emaús, Bet Jorón, Betel, Tamnatá, Faratón y Tefón, con altas murallas, puertas y cerrojos (I Macabeos 9, 50)

  • y Báquides se puso en marcha con un fuerte ejército. Envió cartas secretas a sus alidados de Judea ordenándoles prender a Jonatán y a los suyos. Pero no pudieron, porque fueron conocidas sus intenciones, (I Macabeos 9, 60)

  • En sabiéndolo Báquides, juntó a toda su gente y convocó a sus partidarios de Judea. (I Macabeos 9, 63)

  • Los tres distritos incorporados a Judea, de la provincia de Samaría, queden anexionados a Judea y contados por suyos, de modo que, sometidos a un mismo jefe, no acaten otra autoridad que la del sumo sacerdote. (I Macabeos 10, 38)

  • Los gastos de la construcción de las murallas de Jerusalén y la fortificación de su recinto correrán asimismo a cuenta del rey, como también la reconstrucción de murallas en Judea.» (I Macabeos 10, 45)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina