Talált 91 Eredmények: multitud
Serón, general del ejército de Siria, al saber que Judas había congregado en torno suyo una multitud de fieles y gente de guerra, (I Macabeos 3, 13)
Al ver éstos el ejército que se les venía encima, dijeron a Judas: «¿Cómo podremos combatir, siendo tan pocos, con una multitud tan poderosa? Además estamos extenuados por no haber comido hoy en todo el día.» (I Macabeos 3, 17)
Judas respondió: «Es fácil que una multitud caiga en manos de unos pocos. Al Cielo le da lo mismo salvar con muchos que con pocos; (I Macabeos 3, 18)
Daba compasión aquella multitud confusamente postrada y el sumo sacerdote angustiado en honda ansiedad. (II Macabeos 3, 21)
Lisímaco había cometido muchos robos sacrílegos en la ciudad con el consentimiento de Menelao, y la noticia se había divulgado fuera; por eso la multitud se amotinó contra Lisímaco. Pero eran ya muchos los objetos de oro que estaban dispersos. (II Macabeos 4, 39)
y a todos los que salían a ver aquel espectáculo, los hizo matar e, invadiendo la ciudad con los soldados armados, hizo caer una considerable multitud. (II Macabeos 5, 26)
En cuanto los hombres de Macabeo supieron que Lisias estaba sitiando las fortalezas, comenzaron a implorar al Señor con gemidos y lágrimas, junto con la multitud, que enviase un ángel bueno para salvar a Israel. (II Macabeos 11, 6)
Después de haber derrotado (y destruido) a estos enemigos, dirigió una expedición contra la ciudad fuerte de Efrón, donde habitaba Lisanias, con una multitud de toda estirpe. Jóvenes vigorosos, apostados ante las murallas, combatían con valor; en el interior había muchas reservas de máquinas de guerra y proyectiles. (II Macabeos 12, 27)
y pasaron a la súplica, rogando que quedara completamente borrado el pecado cometido. El valeroso Judas recomendó a la multitud que se mantuvieran limpios de pecado, a la vista de lo sucedido por el pecado de los que habían sucumbido. (II Macabeos 12, 42)
las hormigas - multitud sin fuerza - que preparan en verano su alimento; (Proverbios 30, 25)
los damanes - multitud sin poder -, que ponen sus casas en la roca; (Proverbios 30, 26)
Era sin fin la multitud a cuyo frente estaba; tampoco la posteridad se contentará de él. También esto es vanidad y atraper vientos. (Eclesiastés 4, 16)