Talált 939 Eredmények: muro de Jerusalén

  • Tomando consigo a los Doce, les dijo: «Mirad que subimos a Jerusalén, y se cumplirá todo lo que los profetas escribieron para el Hijo del hombre; (Lucas 18, 31)

  • Estando la gente escuchando estas cosas, añadió una parábola, pues estaba él cerca de Jerusalén, y creían ellos que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. (Lucas 19, 11)

  • Y habiendo dicho esto, marchaba por delante subiendo a Jerusalén. (Lucas 19, 28)

  • «Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. (Lucas 21, 20)

  • y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. (Lucas 21, 24)

  • Y, al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que por aquellos días estaba también en Jerusalén. (Lucas 23, 7)

  • Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos. (Lucas 23, 28)

  • Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, (Lucas 24, 13)

  • Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: «¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?» (Lucas 24, 18)

  • Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, (Lucas 24, 33)

  • y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. (Lucas 24, 47)

  • Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, (Lucas 24, 52)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina