Talált 388 Eredmények: puso
Sucedió que entró Jesús otro sábado en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. (Lucas 6, 6)
Pero él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio.» El, levantándose, se puso allí. (Lucas 6, 8)
Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. (Lucas 6, 48)
El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se lo dio a su madre. (Lucas 7, 15)
Cuando los mensajeros de Juan se alejaron, se puso a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? (Lucas 7, 24)
Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la casa del fariseo, se puso a la mesa. (Lucas 7, 36)
Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, (Lucas 9, 47)
Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. (Lucas 11, 37)
En esto, habiéndose reunido miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros, se puso a decir primeramente a sus discípulos: «Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. (Lucas 12, 1)
Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.» (Lucas 13, 19)
Al oír esto, se puso muy triste, porque era muy rico. (Lucas 18, 23)
Se puso a decir al pueblo esta parábola: «Un hombre plantó una viña y la arrendó a unos labradores, y se ausentó por mucho tiempo. (Lucas 20, 9)