Talált 196 Eredmények: quedo

  • Hubo grandísima alegría en el pueblo, y el ultraje inferido por los gentiles quedó borrado. (I Macabeos 4, 58)

  • Ante tales noticias, quedó el rey consternado, presa de intensa agitación, y cayó en cama enfermo de pesadumbre por no haberle salido las cosas como él quisiera. (I Macabeos 6, 8)

  • Salió gente de todos los pueblos judíos del contorno y, envolviéndoles, les obligaron a volverse los unos sobre los otros. Todos cayeron a espada; no quedó ni uno de ellos. (I Macabeos 7, 46)

  • cuando en aquel tiempo sufrió Alcimo un ataque y su obra quedó parada. Se le obstruyó la boca y se le quedó paralizada, de suerte que no le fue posible ya pronunciar palabra ni dar disposiciones en la tocante a su casa. (I Macabeos 9, 55)

  • Al enterarse el rey Alejandro, quedó muy disgustado y se volvió a Antioquía. (I Macabeos 10, 68)

  • Quitándole, pues, su hija se la dio a Demetrio, rompió con Alejandro y quedó manifiesta la enemistad entre ambos. (I Macabeos 11, 12)

  • Alejandro huyó a Arabia buscando un refugio allí y el rey Tolomeo quedó triunfador. (I Macabeos 11, 16)

  • El rey Demetrio se sentó en el trono de su reino y la tierra quedó sosegada en su presencia. (I Macabeos 11, 52)

  • El año 170 quedó Israel libre del yugo de los gentiles (I Macabeos 13, 41)

  • No quedó en el país quien les combatiera y fueron derrotados los reyes en aquellos días. (I Macabeos 14, 13)

  • Llegó, pues, Atenobio, el amigo del rey, a Jerusalén y al ver la magnificencia de Simón, su aparador con vajilla de oro y plata y todo el esplendor que le rodeaba, quedó asombrado. Le comunicó el mensaje del rey (I Macabeos 15, 32)

  • Al oír estas noticias quedó profundamente afectado, prendió a los hombres que venían a matarle y les dio muerte, pues sabía que pretendían asesinarle. (I Macabeos 16, 22)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina