Talált 486 Eredmények: sacerdote Hilquías
Vau. Ha forzado, como a un huerto, su cerca, ha derruido su lugar de reunión. Ha hecho olvidar Yahveh en Sión solemnidades y sábados; ha desechado en el ardor de su cólera a rey y sacerdote. (Lamentaciones 2, 6)
Res. Mira, Yahveh, y considera: ¿a quién has tratado de esta suerte? ¿Tenían las mujeres que comer sus frutos, a sus niños de pecho? ¿Tenían que ser asesinados en el santuario del Señor sacerdote y profeta? (Lamentaciones 2, 20)
y lo enviaron a Jerusalén, al sacerdote Joaquín, hijo de Jilquías, hijo de Salom, a los demás sacerdotes y a todo el pueblo que se encontraba con él en Jerusalén. (Baruc 1, 7)
la palabra de Yahveh fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzí, en el país de los caldeos, a orillas del río Kebar, y allí fue sobre él la mano de Yahveh. (Ezequiel 1, 3)
Vendrá desastre tras desastre, noticia tras noticia: se pedirá al profeta una visión, le faltará al sacerdote la ley, el consejo a los ancianos. (Ezequiel 7, 26)
Ningún sacerdote beberá vino el día que tenga que entrar en el atrio interior. (Ezequiel 44, 21)
No tomarán por esposa ni una viuda ni una mujer repudiada, sino una virgen de la raza de Israel; una viuda sólo en el caso de que sea viuda de un sacerdote. (Ezequiel 44, 22)
El sacerdote tomará la sangre de la víctima por el pecado y la pondrá en las jambas del pórtico de la Casa, en los cuatro ángulos del zócalo del altar, y en las jambas de los pórticos del atrio interior. (Ezequiel 45, 19)
¡Pero nadie pleitee ni reprenda nadie, pues sólo contigo, sacerdote, es mi pleito! (Oseas 4, 4)
Mas será del sacerdote lo que sea del pueblo: yo le visitaré por su conducta y sus obras le devolveré. (Oseas 4, 9)
El sacerdote de Betel, Amasías, mandó a decir a Jeroboam, rey de Israel: «Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; ya no puede la tierra soportar todas sus palabras. (Amós 7, 10)
El año segundo del rey Darío, el día uno del sexto mes, fue dirigida la palabra de Yahveh, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, ya a Josué, hijo de Yehosadaq, sumo sacerdote, en estos términos: (Ageo 1, 1)