Talált 3446 Eredmények: �Cómo

  • Él le preguntó: "¿Cómo te llamas?". Contestó: "Jacob". (Génesis 32, 28)

  • Jacob le preguntó: "Por favor, ¿cómo te llamas?". Él respondió: "¿Por qué quieres saber cómo me llamo?". Y allí mismo le bendijo. (Génesis 32, 30)

  • Jacob continuó: "No, por favor, si he hallado gracia a tus ojos, acepta de mi mano ese regalo, porque me he presentado a ti como uno se presenta ante Dios y tú me has recibido bien. (Génesis 33, 10)

  • Jacob se enteró de que Siquén había deshonrado a Dina; pero como sus hijos estaban en el campo con el ganado, se calló hasta que ellos regresaron. (Génesis 34, 5)

  • Accederemos a ello con la condición de que seáis como nosotros, circuncidando a todos vuestros varones. (Génesis 34, 15)

  • Pero estos hombres se avienen a vivir con nosotros, para formar un solo pueblo, con la condición de que todos nuestros varones se circunciden como lo están ellos. (Génesis 34, 22)

  • Ellos le respondieron: "¿Y había de ser nuestra hermana tratada como una prostituta?". (Génesis 34, 31)

  • Y le dijo: "Anda, vete a ver cómo están tus hermanos y el rebaño, y tráeme noticias". Lo envió al valle de Hebrón, y José llegó a Siquén. (Génesis 37, 14)

  • Entonces Judá dijo a su nuera: "Vuelve como viuda a la casa de tu padre, hasta que se haga mayor mi hijo Selá". Él se decía: "No sea que muera también él como sus hermanos". Tamar volvió a casa de su padre. (Génesis 38, 11)

  • Desde el momento en que le puso al frente de su casa y de todo cuanto tenía, el Señor bendijo la casa del egipcio en consideración a José. La bendición del Señor alcanzó a todo cuanto poseía, tanto en la casa como en el campo. (Génesis 39, 5)

  • Ni él es más poderoso que yo en esta casa. Nada me ha prohibido más que a ti, puesto que tú eres su mujer. ¿Cómo podría yo cometer un mal tan grande y pecar contra Dios?". (Génesis 39, 9)

  • al cabo de tres días el Faraón te pondrá en libertad y te repondrá en tu cargo; volverás a poner la copa del Faraón en su mano, como solías hacerlo cuando eras su copero. (Génesis 40, 13)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina