Talált 46 Eredmények: �Puedes
El Señor Dios dio al hombre este mandato: "Puedes comer de todos los árboles del jardín; (Génesis 2, 16)
Después le llevó fuera y le dijo: "Levanta tus ojos al cielo y cuenta, si puedes, las estrellas"; y añadió: "Así será tu descendencia". (Génesis 15, 5)
Te agotarás tú y el pueblo que está contigo, porque es una carga demasiado pesada para ti. Ese cometido no puedes hacerlo tú solo. (Exodo 18, 18)
Y añadió: "Pero mi rostro no puedes verlo. Nadie puede verme y quedar con vida". (Exodo 33, 20)
Balac le contestó: "Ven conmigo a otro sitio. Desde aquí no ves más que uno de los extremos del pueblo, no lo puedes ver entero. Maldícemelo desde allí". (Números 23, 13)
Balac dijo a Balaán: "Si no puedes maldecírmelo, al menos no lo bendigas". (Números 23, 25)
Puedes exigírselo al extranjero, pero no a tu hermano, para que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas tus empresas en la tierra que estás a punto de entrar a poseer. (Deuteronomio 23, 21)
Saúl le respondió: "No puedes ir contra este filisteo y luchar con él, porque tú eres joven y él es hombre de guerra desde su juventud". (I Samuel 17, 33)
El sacerdote respondió: "La espada de Goliat, el filisteo, a quien mataste en el valle del Terebinto; ahí está envuelta en un paño detrás del efod. Si quieres, puedes llevártela, porque aquí no hay más que ésa". David respondió: "Dámela; no hay otra como ella". (I Samuel 21, 10)
Respondió: "No los mates. A los que has hecho prisioneros con tu espada y tu arco puedes matarlos; pero a éstos sírveles comida y bebida, para que coman y beban y se vuelvan adonde su señor". (II Reyes 6, 22)
Y ahora acepta una apuesta con mi señor, el rey de Asiria. Yo te daré dos mil caballos, si puedes procurarte jinetes para ellos. (II Reyes 18, 23)
No puedes hacer huir al más insignificante de los siervos de mi señor, ¿y esperas conseguir carros y caballos en Egipto? (II Reyes 18, 24)