Talált 207 Eredmények: Alianza

  • Los sacerdotes pusieron el arca de la alianza del Señor en el lugar santísimo del templo, bajo las alas de los querubines, (I Reyes 8, 6)

  • En el arca no había más que las dos tablas de piedra, que puso allí Moisés en el Horeb, cuando el Señor hizo la alianza con los israelitas a su salida de Egipto. (I Reyes 8, 9)

  • e instalé en él el arca donde está la alianza del Señor, la alianza que hizo con nuestros padres cuando los sacó de Egipto". (I Reyes 8, 21)

  • dijo: "Señor, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en los cielos, ni abajo en la tierra. Tú guardas la alianza y la fidelidad con tus siervos que siguen tus caminos de todo corazón. (I Reyes 8, 23)

  • El Señor dijo a Salomón: "Puesto que te has portado así y no has guardado mi alianza ni los preceptos que te había inculcado, te quitaré el reino y lo daré a uno de tus servidores. (I Reyes 11, 11)

  • Respondió: "Me he abrasado en celo por el Señor todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a espada a tus profetas. He quedado yo solo, y me buscan para quitarme la vida". (I Reyes 19, 10)

  • Respondió: "Me he abrasado en celo por el Señor todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y me buscan para quitarme la vida". (I Reyes 19, 14)

  • rechazaron sus preceptos, la alianza que había hecho con sus padres y las amonestaciones que les había dirigido, siguieron a ídolos vanos y se hicieron ellos mismos vanos imitando a las gentes circunvecinas, siendo así que el Señor les había ordenado que no obrasen como ellas. (II Reyes 17, 15)

  • El Señor había hecho con ellos una alianza y les había ordenado: "No veneraréis a dioses extranjeros, no os postraréis ante ellos, no les serviréis ni les ofreceréis sacrificios; (II Reyes 17, 35)

  • No olvidaréis la alianza que hice con vosotros y no daréis culto a dioses extranjeros, (II Reyes 17, 38)

  • porque no habían obedecido al Señor, su Dios, habían quebrantado su alianza y no habían cumplido lo que les había ordenado Moisés, siervo del Señor. (II Reyes 18, 12)

  • fue al templo del Señor con todos los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, chicos y grandes, y leyó ante ellos todas las palabras del libro de la alianza encontrado en el templo del Señor. (II Reyes 23, 2)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina