Talált 359 Eredmények: Arca de la Alianza

  • y he instalado en él el arca, donde está la alianza que el Señor hizo con los israelitas". (II Crónicas 6, 11)

  • "Señor, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti ni en el cielo ni en la tierra. Tú guardas la alianza y la fidelidad con tus siervos que siguen tus caminos de todo corazón. (II Crónicas 6, 14)

  • Ahora, pues, levántate, Señor Dios, ven al lugar de tu morada, ven con el arca de tu poder. Que tus sacerdotes, Señor Dios, se revistan de salvación, que tus fieles gocen de felicidad. (II Crónicas 6, 41)

  • Salomón trasladó a la hija del Faraón de la ciudad de David al palacio que había construido para ella, pues se decía: "Una mujer mía no puede habitar en el palacio de David, rey de Israel, porque los lugares donde ha estado el arca del Señor son lugares santos". (II Crónicas 8, 11)

  • Entonces el rey llamó a Yehoyadá, sacerdote jefe, y le dijo: "¿Por qué no has tenido cuidado de que los levitas recojan en Judá y en Jerusalén la contribución impuesta por Moisés, siervo de Dios, a la asamblea de Israel para la tienda de la alianza? (II Crónicas 24, 6)

  • El rey mandó hacer un arca, y la puso en la puerta del templo del Señor por la parte de fuera. (II Crónicas 24, 8)

  • y todos los jefes y el pueblo entero vinieron con alegría a depositar su dinero en el arca hasta llenarla. (II Crónicas 24, 10)

  • Cuando llegaba el momento de llevar el arca a la intendencia del rey, que estaba en manos de los levitas, si veían que contenía mucho dinero, el secretario real y el comisario del sumo sacerdote la vaciaban y la ponían de nuevo en su sitio. Así hicieron día tras día, llegando a reunir gran cantidad de dinero. (II Crónicas 24, 11)

  • y fue al templo del Señor con todos los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, chicos y grandes, y leyó ante ellos todas las palabras del libro de la alianza encontrado en el templo del Señor. (II Crónicas 34, 30)

  • Y luego, de pie en el estrado, selló ante la presencia del Señor el pacto de seguir al Señor, de guardar sus mandatos, sus instrucciones y sus leyes con todo el corazón y con toda el alma y de cumplir las cláusulas de la alianza escritas en aquel libro. (II Crónicas 34, 31)

  • Hizo que todos los presentes de Judá y de Benjamín ratificaran la alianza. Los habitantes de Jerusalén obraron según la alianza de Dios, Dios de sus padres. (II Crónicas 34, 32)

  • Luego dijo a los levitas encargados de instruir a todo Israel y consagrados al Señor: "Colocad el arca santa en el templo que edificó Salomón, hijo de David, y rey de Israel; ya no será un peso para vuestros hombros. Ahora serviréis al Señor, vuestro Dios, y a su pueblo Israel. (II Crónicas 35, 3)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina