Talált 67 Eredmények: Cárcel

  • En medio de su alegría, dijeron: "Que traigan a Sansón para que nos divierta". Lo sacaron de la cárcel y se divirtieron con él. Lo habían puesto entre las columnas. (Jueces 16, 25)

  • y diles: Ésta es la orden del rey: Meted a este hombre en la cárcel y tenedlo a pan y agua, y poco de cada cosa, hasta que yo vuelva sano y salvo". (I Reyes 22, 27)

  • El rey de Asiria descubrió que Oseas le traicionaba -pues había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no le pagaba el tributo anual-, por lo que mandó prenderlo y meterlo en la cárcel. (II Reyes 17, 4)

  • Asá se indignó contra el profeta y lo metió en la cárcel, pues sus palabras le habían llenado de cólera contra él. Asá maltrató también a otros del pueblo. (II Crónicas 16, 10)

  • y decidles: Ésta es la orden del rey: Meted a este hombre en la cárcel y tenedlo a pan y agua y poco de cada cosa hasta que yo vuelva sano y salvo". (II Crónicas 18, 26)

  • Y todo aquel que no cumpla la ley de tu Dios, que es también la ley del rey, será severamente castigado con la muerte, con el destierro, con confiscación de bienes o con la cárcel". (Esdras 7, 26)

  • Palal, hijo de Uzay, reparó el trecho enfrente del ángulo de la torre que sobresale del palacio real alto y da al patio de la cárcel; a continuación Pedayas, hijo de Parós. (Nehemías 3, 25)

  • sácame de la cárcel, y te estaré muy agradecido: los justos me rodearán cuando me otorgues tu favor. (Salmos 142, 8)

  • Luego, si alguno caía, allí era encarcelado, prisionero en una cárcel sin rejas. (Sabiduría 17, 16)

  • para abrir los ojos a los ciegos, para sacar a los presos de la cárcel, del calabozo a los que viven en tinieblas. (Isaías 42, 7)

  • El ejército del rey de Babilonia estaba a la sazón asediando a Jerusalén, y el profeta Jeremías estaba detenido en el patio de la cárcel del palacio real de Judá, (Jeremías 32, 2)

  • Por segunda vez, estando todavía Jeremías detenido en el patio de la cárcel, le fue dirigida la palabra del Señor en estos términos: (Jeremías 33, 1)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina