Talált 49 Eredmények: Cama

  • Al día siguiente David le invitó a comer y beber con él, y Urías se emborrachó; por la tarde salió a acostarse en su cama con los servidores de su señor, pero no fue a su casa. (II Samuel 11, 13)

  • Yonadab le dijo: "Acuéstate en tu cama y fíngete enfermo; y cuando venga tu padre a visitarte, le dirás: Que venga, por favor, mi hermana Tamar a darme de comer. Que ella prepare la comida delante de mí para que yo la vea y reciba el alimento de su mano". (II Samuel 13, 5)

  • Ajab entró en su palacio triste e irritado porque Nabot, el yezraelita, no le había querido dar la herencia de sus padres. Se metió en la cama, volvió la cara a la pared y no probó bocado. (I Reyes 21, 4)

  • Pues esto dice el Señor: Ya no te levantarás de la cama, sino que morirás sin remedio". Y Elías se fue. (II Reyes 1, 4)

  • Ellos le respondieron: "Un hombre nos ha salido al encuentro y nos ha dicho: Volveos al rey y decidle: Esto dice el Señor: ¿Es que no hay Dios en Israel para que mandes a consultar a Belcebú, dios de Ecrón? Por eso, ya no te levantarás de la cama, sino que morirás sin remedio". (II Reyes 1, 6)

  • y le dijo: "Esto dice el Señor: Por haber enviado mensajeros a consultar a Belcebú, dios de Ecrón, como si no hubiese Dios en Israel para consultar su oráculo, no te levantarás ya de la cama, sino que morirás sin remedio". (II Reyes 1, 16)

  • Vamos a hacerle una habitación arriba, y pongamos allí una cama, una mesa, una silla y un candelabro, para que, cuando venga a nuestra casa, se recoja en ella". (II Reyes 4, 10)

  • Cuando Eliseo llegó a la casa, el niño estaba muerto, echado en su cama. (II Reyes 4, 32)

  • Luego se subió a la cama y se echó sobre el niño; puso la boca sobre su boca, los ojos sobre sus ojos, las palmas sobre sus palmas, y estando así inclinado sobre él, el cuerpo del niño entró en calor. (II Reyes 4, 34)

  • Al retirarse ellos, Joás quedó en grave estado, sus siervos se conjuraron contra él para vengar la sangre del hijo del sacerdote Yehoyadá, y lo mataron en su cama. Murió, y lo enterraron en la ciudad de David, pero no en el panteón real. (II Crónicas 24, 25)

  • Aderezó la cama, como le dijo su marido, y, llorando, acompañó a su hija. Pero, enjugando sus lágrimas, le decía: (Tobías 7, 16)

  • Mientras vigilaba en la besana a los atadores de las gavillas, le dio una insolación y tuvo que guardar cama. Murió en Betulia, su ciudad, y fue enterrado con sus padres en el campo situado entre Dotán y Balamón. (Judit 8, 3)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina