Talált 67 Eredmények: Carneros

  • Samuel respondió: "¿Se complace tanto el Señor en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a sus palabras? La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad más que las grasas de los carneros. (I Samuel 15, 22)

  • Rápidamente Abigaíl tomó doscientos panes y dos odres de vino, cinco carneros ya preparados, cuarenta kilos de grano tostado, cien tortas de uvas pasas y doscientas tortas de higos secos. Lo cargó todo sobre asnos (I Samuel 25, 18)

  • miel, manteca y queso, carneros y toros, que ofrecieron a David y a su gente para que comieran; porque se dijeron: "El pueblo ha sufrido hambre, fatiga y sed en el desierto". (II Samuel 17, 29)

  • Mesa, rey de Moab, era pastor, y pagaba en tributo al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros de lana. (II Reyes 3, 4)

  • Puesto que Dios asistía a los levitas que llevaban el arca de la alianza del Señor, se inmolaron siete toros y siete carneros. (I Crónicas 15, 26)

  • Al día siguiente ofrecieron sacrificios y holocaustos al Señor: 1.000 toros, 1.000 carneros, 1.000 corderos con sus ofrendas, y muchos sacrificios por todo Israel. (I Crónicas 29, 21)

  • Habéis expulsado a los sacerdotes del Señor, hijos de Aarón, y a los levitas, y os habéis creado sacerdotes al estilo de los pueblos paganos; a todo el que trae un becerro y siete carneros lo consagráis sacerdote de dioses que no son dioses. (II Crónicas 13, 9)

  • Más aún, los filisteos vinieron a ofrecer a Josafat tributos y regalos de plata. Los árabes llevaron al rey ganado menor: 7.700 carneros y otros tantos machos cabríos. (II Crónicas 17, 11)

  • Llevaron siete toros, siete carneros, siete corderos y siete machos cabríos para ofrecerlos en sacrificio por el pecado en favor de la monarquía, el santuario y Judá. El rey ordenó a los sacerdotes descendientes de Aarón que los ofrecieran sobre el altar del Señor. (II Crónicas 29, 21)

  • Inmolaron los toros y derramaron la sangre sobre el altar. Inmolaron carneros y derramaron la sangre sobre el altar, y lo mismo hicieron con los corderos. (II Crónicas 29, 22)

  • Ofreció en holocausto al Señor setenta toros, cien carneros y doscientos corderos. (II Crónicas 29, 32)

  • Y todo lo que se precise para los holocaustos al Dios del cielo, novillos, carneros y corderos, sal, vino y aceite, según las exigencias de los sacerdotes de Jerusalén, se les dará cada día sin falta, (Esdras 6, 9)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina