Talált 186 Eredmények: Cielos

  • No seas precipitado en tu boca, y tu corazón no se apresure a proferir una palabra delante de Dios, porque Dios está en los cielos y tú estás en la tierra; por eso sean pocas tus palabras. (Eclesiastés 5, 1)

  • Envíala desde los santos cielos y desde el trono de tu gloria mándala, para que asistiéndome en mis trabajos conozca lo que a ti te agrada. (Sabiduría 9, 10)

  • Pues si a duras penas conjeturamos lo que ocurre en la tierra, y con trabajo descubrimos lo que tenemos entre las manos ¿quién rastreará lo que hay en los cielos? (Sabiduría 9, 16)

  • ¿Quién conoció tu designio, si tú no le diste la sabiduría y enviaste desde los cielos tu santo espíritu? (Sabiduría 9, 17)

  • La altura de los cielos, la anchura de la tierra, la profundidad del abismo y la sabiduría, ¿quién podrá medirlas? (Eclesiástico 1, 3)

  • Mira, el cielo y los cielos altísimos, el abismo y la tierra se estremecen con su visita. (Eclesiástico 16, 18)

  • De ella recibe el mes su nombre, crece maravillosa en sus cambios, abanderada de las huestes de la altura que brilla en el firmamento de los cielos. (Eclesiástico 43, 8)

  • Y el Señor tronó desde los cielos e hizo oír su voz en medio de gran ruido. (Eclesiástico 46, 17)

  • Con la palabra de Dios cerró los cielos, y por tres veces hizo bajar fuego. (Eclesiástico 48, 3)

  • Escuchad, cielos; presta, tierra, oído, porque habla el Señor: He alimentado, he hecho crecer hijos, y ellos se han sublevado contra mí. (Isaías 1, 2)

  • Por eso haré temblar los cielos; se desquiciará la tierra de su sitio por el furor del Señor omnipotente el día en que estalle su cólera. (Isaías 13, 13)

  • Todo el ejército de los cielos se disuelve, los cielos se enrollan como un libro, y todo su ejército se amustia, como se amustia el follaje de la vid, como las hojas mustias de la higuera. (Isaías 34, 4)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina