Talált 75 Eredmények: Columnas

  • Así quedó ultimada la obra de las columnas. (I Reyes 7, 22)

  • las dos columnas, las dos esferas para los capiteles de las dos columnas, las dos guirnaldas para cubrir las dos esferas de los capiteles de las columnas; (I Reyes 7, 41)

  • En aquella ocasión Ezequías desguarneció las puertas del santuario del Señor y las columnas que el mismo Ezequías, rey de Judá, había recubierto de oro, y lo entregó al rey de Asiria. (II Reyes 18, 16)

  • Los caldeos hicieron pedazos las columnas de bronce que había en el templo del Señor, las basas y la pila de bronce, y llevaron el bronce a Babilonia. (II Reyes 25, 13)

  • No se podía calcular el peso de las dos columnas, de la pila y de las basas, hechas por Salomón para el templo del Señor, todo ello de bronce. (II Reyes 25, 16)

  • En Tibjab y en Cun, ciudades de Hadadézer, se apoderó también de una gran cantidad de bronce, que sirvió a Salomón para hacer la pila, las columnas y los utensilios de bronce. (I Crónicas 18, 8)

  • Delante del templo levantó dos columnas de dieciséis metros de altura, rematadas por capiteles que medían dos metros y medio. (II Crónicas 3, 15)

  • Puso las columnas en la fachada del templo, una a la derecha y la otra a la izquierda; llamó yaquín a la de la derecha y boaz a la de la izquierda. (II Crónicas 3, 17)

  • las dos columnas, las dos esferas para los capiteles de las dos columnas, las dos guirnaldas para cubrir las dos esferas de los capiteles (II Crónicas 4, 12)

  • Envolvió luego el cuerpo con la ropa de la cama y quitó las cortinas de las columnas. Salió aprisa y entregó la cabeza de Holofernes a su doncella, (Judit 13, 9)

  • Colgaduras de lino blanco y celeste, sostenidas por cordones de seda y púrpura roja, pendían de anillas de plata, fijadas en columnas de mármol; se habían colocado divanes de oro y plata a lo largo del pavimento de piedras finas, de mármol blanco, de madreperla y de mosaico. (Ester 1, 6)

  • Desquicia la tierra de su sitio y hace vacilar sus columnas. (Job 9, 6)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina