Talált 71 Eredmények: Distribución de tierras

  • El pánico del Señor cundió por todos los reinos de las tierras vecinas de Judá, y no hicieron la guerra a Josafat. (II Crónicas 17, 10)

  • Mira ahora a los hijos de Amón, a los de Moab y a los de los montes de Seír, cuyas tierras no permitiste que atravesaran los israelitas cuando venían de Egipto, sino que les hiciste dar un largo rodeo para no destruirlos; (II Crónicas 20, 10)

  • Amasías separó entonces la tropa que le había venido de Efraín, para mandarlos a sus casas; éstos montaron en cólera contra Judá y regresaron a sus tierras enfurecidos. (II Crónicas 25, 10)

  • Bajo sus órdenes estaban Eden, Minyamín, Jesúa, Semayas, Amarías y Secanías, los cuales residían permanentemente en las ciudades sacerdotales para hacer la distribución entre sus hermanos divididos en clases, lo mismo a grandes que a pequeños, (II Crónicas 31, 15)

  • el registro incluía toda la familia: mujeres, hijos e hijas, y era válido para toda la comunidad, para que la distribución se hiciera con toda justicia. (II Crónicas 31, 18)

  • Una luz resplandeciente brillará hasta el último rincón de la tierra. Pueblos numerosos acudirán a ti desde muy lejos, desde tierras lejanas vendrán a celebrar tu nombre santo, trayendo dones en sus manos para el rey del cielo. Generaciones y generaciones en ti se alegrarán, y tu nombre será glorioso para siempre. (Tobías 13, 13)

  • cercó a los madianitas, incendió sus tierras y tomó en botín sus ganados. (Judit 2, 26)

  • Pero cuando se apartaron del camino que Dios les había trazado, gran número pereció en numerosas batallas y fueron desterrados a tierras extrañas, el templo de Dios fue destruido y sus ciudades tomadas por los enemigos. (Judit 5, 18)

  • Las tumbas son para siempre sus mansiones, sus moradas eternas, por más que hayan dado sus nombres a sus tierras. (Salmos 49, 12)

  • que sus tierras se vuelvan un desierto, que en sus tiendas no haya quien habite; (Salmos 69, 26)

  • Les dio las tierras de otras gentes y se posesionaron de las haciendas de otros pueblos (Salmos 105, 44)

  • y dio sus tierras en herencia, en herencia a su pueblo, Israel. (Salmos 135, 12)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina