Talált 108 Eredmények: Herencia

  • Y dirás a los israelitas: Si un hombre muere sin haber dejado hijos, haréis pasar la herencia a su hija. (Números 27, 8)

  • Si no tiene hijas, pasará la herencia a sus hermanos. (Números 27, 9)

  • Si no tiene hermanos, daréis la herencia a los hermanos de su padre. (Números 27, 10)

  • Si su padre no tiene hermanos, daréis su herencia al pariente más cercano del clan, el cual tomará posesión de ella. Ésta será para los hijos de Israel una regla de derecho, tal como el Señor ordenó a Moisés". (Números 27, 11)

  • "Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén, aptos para la guerra, pasan con vosotros el Jordán para combatir a las órdenes del Señor, una vez conquistada la tierra les daréis como herencia la tierra de Galaad. (Números 32, 29)

  • Pasaremos armados a las órdenes del Señor a la tierra de Canaán, pero danos posesión de nuestra herencia a este lado del Jordán". (Números 32, 32)

  • pues la tribu de los hijos de Rubén y la tribu de los hijos de Gad con sus casas patriarcales han recibido ya su herencia. Media tribu de Manasés ha recibido también la suya. (Números 34, 14)

  • Estas dos tribus y media han recibido su herencia al oriente del Jordán, frente a Jericó". (Números 34, 15)

  • Estas ciudades se tomarán de la heredad de los israelitas, en mayor número del que más tenga y en menor del que tenga menos; la cesión de ciudades a los levitas será proporcional a la herencia que cada uno haya recibido". (Números 35, 8)

  • La mujer que posea herencia en alguna de las tribus de los israelitas deberá casarse con alguno de su propia tribu, para que los israelitas conserven cada uno la heredad de sus padres. (Números 36, 8)

  • A vosotros, sin embargo, os tomó el Señor y os sacó del horno de Egipto para que fueseis el pueblo de su herencia hasta hoy. (Deuteronomio 4, 20)

  • El Señor se irritó contra mí por culpa vuestra y me juró que no pasaría el Jordán ni entraría en la tierra buena que el Señor, tu Dios, te da en herencia. (Deuteronomio 4, 21)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina