Talált 245 Eredmények: José

  • Los hijos de José replicaron: "La montaña no nos basta; pero los cananeos que viven en la llanura tienen carros de hierro, lo mismo que los de Betsán y sus aldeas y los de la llanura de Yezrael". (Josué 17, 16)

  • Josué respondió a los hijos de José, a Efraín y Manasés: "Vosotros sois un pueblo numeroso y vuestra fuerza es grande; no tendréis una sola parte, (Josué 17, 17)

  • La dividirán en siete partes. "Judá permanecerá en su territorio, al sur, y los de la casa de José quedarán en su territorio, al norte. (Josué 18, 5)

  • Salió la suerte de Benjamín por clanes, y el territorio que les tocó estaba entre Judá y José. (Josué 18, 11)

  • Los huesos de José, que los israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquén, en la parte del campo que Jacob había comprado por cien monedas de plata a los hijos de Jamor, padre de Siquén, y que pasó a ser propiedad de los hijos de José. (Josué 24, 32)

  • A su vez, la casa de José subió contra Betel, y el Señor estuvo con ella. (Jueces 1, 22)

  • los amorreos se mantuvieron en Har Jeres, en Ayalón y en Saalbín, pero cuando creció el poder de la casa de José fueron sometidos a trabajos forzados. (Jueces 1, 35)

  • Porque tu siervo reconoce que ha pecado, y por eso he venido el primero de toda la casa de José para bajar al encuentro de mi señor, el rey". (II Samuel 19, 21)

  • Jeroboán era fuerte y vigoroso; y Salomón, viendo cómo cumplía aquel joven su tarea, le puso al frente de todas las prestaciones personales de la casa de José. (I Reyes 11, 28)

  • Dan, José, Benjamín, Neftalí, Gad y Aser. (I Crónicas 2, 2)

  • Hijos de Rubén, primogénito de Israel. (Rubén era, en efecto, el primogénito; pero cuando profanó el lecho de su padre pasó el derecho de la primogenitura a los hijos de José, hijo de Israel, y perdió la primogenitura. (I Crónicas 5, 1)

  • Judá fue más poderoso que sus hermanos y de él salió un jefe, pero la primogenitura fue de José). (I Crónicas 5, 2)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina