Talált 233 Eredmények: Levitas

  • Los levitas acordonarán al rey, todos con sus armas en la mano, y lo acompañarán dondequiera que vaya. Al que intente entrar en el templo matadlo". (II Crónicas 23, 7)

  • Los levitas y todo Judá hicieron cuanto el sacerdote Yehoyadá les mandó: cada uno tomó a sus hombres, a los que entraban de servicio el sábado y los que salían, porque el sacerdote Yehoyadá no había exceptuado ningún turno. (II Crónicas 23, 8)

  • Yehoyadá encomendó la custodia del templo del Señor a los sacerdotes levitas; pues David les había encomendado el templo del Señor como herencia para ofrecer en él holocaustos, según está escrito en la ley de Moisés, en medio de cánticos y júbilo, conforme a la ordenación de David. (II Crónicas 23, 18)

  • Reunió a los sacerdotes y levitas y les dijo: "Recorred las ciudades de Judá y reunid fondos de todo Israel para reparar, según las necesidades de cada año, el templo de nuestro Dios. Sed diligentes en las obras". Pero los levitas no se mostraron diligentes. (II Crónicas 24, 5)

  • Entonces el rey llamó a Yehoyadá, sacerdote jefe, y le dijo: "¿Por qué no has tenido cuidado de que los levitas recojan en Judá y en Jerusalén la contribución impuesta por Moisés, siervo de Dios, a la asamblea de Israel para la tienda de la alianza? (II Crónicas 24, 6)

  • Cuando llegaba el momento de llevar el arca a la intendencia del rey, que estaba en manos de los levitas, si veían que contenía mucho dinero, el secretario real y el comisario del sumo sacerdote la vaciaban y la ponían de nuevo en su sitio. Así hicieron día tras día, llegando a reunir gran cantidad de dinero. (II Crónicas 24, 11)

  • Mandó llamar a los sacerdotes y a los levitas, los reunió en la plaza oriental, y (II Crónicas 29, 4)

  • les dijo: "Levitas, escuchadme. Purificaos y purificad el templo del Señor, Dios de nuestros padres, eliminando la impureza de él. (II Crónicas 29, 5)

  • Se presentaron los levitas siguientes: por Quehat: Májat, hijo de Amasay, y Joel, hijo de Azarías; por Merarí: Quis, hijo de Abdí, y Azarías, hijo de Yahelelel; por Guersón: Yoaj, hijo de Zimmá, y Edén, hijo de Yoaj; (II Crónicas 29, 12)

  • Entraron los sacerdotes en el interior del templo para purificarlo, y sacaron fuera, al atrio del templo del Señor, todas las cosas impuras que encontraron dentro del templo, y los levitas las tiraron al torrente Cedrón. (II Crónicas 29, 16)

  • Puso en el templo del Señor a los levitas con címbalos, arpas y cítaras, de acuerdo con la orden de David, de Gad, el vidente del rey, y del profeta Natán; la orden venía del Señor, a través de sus profetas. (II Crónicas 29, 25)

  • Cuando los levitas estuvieron en sus sitios con los instrumentos de David y los sacerdotes con las trompetas, (II Crónicas 29, 26)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina