Talált 225 Eredmények: Libro

  • Los sordos oirán las palabras de un libro; y, liberados de las tinieblas y la oscuridad, verán los ojos de los ciegos. (Isaías 29, 18)

  • Ahora vete, graba esto en una tabla, escríbelo en un libro, y que sirva de testimonio perpetuo para el futuro. (Isaías 30, 8)

  • Todo el ejército de los cielos se disuelve, los cielos se enrollan como un libro, y todo su ejército se amustia, como se amustia el follaje de la vid, como las hojas mustias de la higuera. (Isaías 34, 4)

  • Buscad en el libro del Señor y leed: no falta ni uno; ninguno echa de menos a su compañero, pues la boca del Señor lo ha ordenado y su soplo los ha reunido. (Isaías 34, 16)

  • Ejecutaré con este país todas las cosas que he predicho contra él, todo lo que está escrito en este libro: lo que Jeremías profetizó contra todas las naciones. (Jeremías 25, 13)

  • "Esto dice el Señor, Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que yo te he dicho. (Jeremías 30, 2)

  • "Toma un libro y escribe en él todas las palabras que te he comunicado acerca de Jerusalén, Judá y todas las naciones, desde el día en que comencé a hablarte, en tiempo de Josías, hasta el presente. (Jeremías 36, 2)

  • Vete tú, y en el libro en que has escrito a mi dictado las palabras del Señor, léelas en alta voz al pueblo en el templo del Señor un día de ayuno, y léelas también a los judíos que vengan de sus ciudades. (Jeremías 36, 6)

  • Baruc, hijo de Nerías, ejecutó exactamente lo que le había ordenado el profeta Jeremías. Leyó en el templo las palabras del Señor contenidas en el libro. (Jeremías 36, 8)

  • Entonces Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías. Era en el templo del Señor, en la sala de Gamarías, hijo del secretario Safán, en el vestíbulo superior, a la entrada de la puerta nueva del templo del Señor. Todo el pueblo podía oír. (Jeremías 36, 10)

  • En cuanto Miqueas, hijo de Gamarías, hijo de Safán, oyó todas las palabras del Señor escritas en el libro, (Jeremías 36, 11)

  • Miqueas les refirió todo lo que había oído cuando Baruc leía el libro al pueblo. (Jeremías 36, 13)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina