Talált 181 Eredmények: Montaña

  • El Señor estaba con Judá, que conquistó la montaña; pero no pudo expulsar a los habitantes de la llanura, porque tenían carros de guerra. (Jueces 1, 19)

  • Los amorreos contuvieron en la montaña a los de Dan y no los dejaron bajar a la llanura; (Jueces 1, 34)

  • y lo enterraron en su propio territorio de Timná Séraj, en la montaña de Efraín, al norte del monte Gaas; (Jueces 2, 9)

  • Los cinco principados filisteos, todos los cananeos, los sidonios y los hititas que habitaban la montaña del Líbano, desde la montaña de Baal Hermón hasta la entrada de Jamat. (Jueces 3, 3)

  • Tan pronto como llegó a tierra de Israel, tocó la trompeta en la montaña de Efraín, y los israelitas bajaron con él de la montaña. Él iba en cabeza. (Jueces 3, 27)

  • Se sentaba bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la montaña de Efraín, y los israelitas subían allí para arreglar sus litigios. (Jueces 4, 5)

  • Gedeón envió mensajeros a toda la montaña de Efraín, diciendo: "Bajad al encuentro de los madianitas y ocupad antes que ellos las fuentes hasta Bet Bará y el Jordán". Y todos los efraimitas respondieron a la llamada y ocuparon los vados a lo largo del Jordán hasta Bet Bará. (Jueces 7, 24)

  • Después de Abimelec surgió, para salvar a Israel, Tolá, hijo de Fuá, hijo de Dodó, de la tribu de Isacar. Habitaba en Samir, en la montaña de Efraín. (Jueces 10, 1)

  • Había un hombre en la montaña de Efraín llamado Micá, (Jueces 17, 1)

  • Salió de Belén de Judá para establecerse donde pudiese. En su caminar llegó a la montaña de Efraín, a casa de Micá. (Jueces 17, 8)

  • Los de Dan enviaron a cinco hombres valientes de Sorá y Estaol para reconocer la región y explorarla. Les dijeron: "Id a explorar la tierra". Los cinco hombres llegaron a la montaña de Efraín, a casa de Micá, y allí pasaron la noche. (Jueces 18, 2)

  • Desde allí pasaron a la montaña de Efraín y llegaron a casa de Micá. (Jueces 18, 13)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina