Talált 169 Eredmények: Morir
Les estaba hablando así, cuando llegó un personaje importante, se echó a sus pies y le dijo: "Mi hija acaba de morir; pero anda, pon tu mano sobre ella y vivirá". (Mateo 9, 18)
Le dijeron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros viñadores que le paguen los frutos a su tiempo". (Mateo 21, 41)
Pedro le dijo: "Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré". Y lo mismo dijeron todos los demás. (Mateo 26, 35)
Desde entonces comenzó a declararles que el hijo del hombre tenía que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los maestros de la ley, morir y resucitar al tercer día. (Marcos 8, 31)
Pedro insistió: "¡Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré!". Y lo mismo dijeron todos los demás. (Marcos 14, 31)
"Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, porque tu promesa se ha cumplido: (Lucas 2, 29)
Ya no pueden morir, pues son como los ángeles, hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección. (Lucas 20, 36)
Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a sus compañeros: "Vamos también nosotros a morir con él". (Juan 11, 16)
Esto no lo dijo por propia iniciativa, sino que, como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús debía morir por la nación; (Juan 11, 51)
Decía esto indicando de qué muerte iba a morir. (Juan 12, 33)
Para que se cumpliera la palabra que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir. (Juan 18, 32)
Los judíos respondieron: "Nosotros tenemos una ley, y según esa ley debe morir, porque se hace hijo de Dios". (Juan 19, 7)