Talált 36 Eredmények: Oeste

  • Sube a la cima del Pisga, y desde allí mira al norte, al sur, al este y al oeste; y conténtate con mirar, pues no pasarás el Jordán. (Deuteronomio 3, 27)

  • Vuestro territorio abarcará desde el desierto y el Líbano hasta el gran río, el Éufrates, y, por el oeste, hasta el mar Mediterráneo. (Josué 1, 4)

  • bajaba, por el oeste, hacia el territorio de los yafletitas, hasta el límite de Bejorón de Abajo y hasta Guézer, y terminaba en el mar. (Josué 16, 3)

  • Volvía, plegándose por el oeste hacia el sur, desde la montaña que está frente a Bejorón, al sur, y terminaba en Quiriat Yearín, ciudad de Judá. Éste era el límite occidental. (Josué 18, 14)

  • subía por el oeste, hacia Maralá, tocaba Daberat y llegaba al arroyo que está frente a Yocneán; (Josué 19, 11)

  • Alammélec, Amad y Misal; su frontera por el oeste tocaba el Carmelo y el río Libnat; (Josué 19, 26)

  • la cual descansaba sobre doce toros, tres de ellos vueltos al norte, tres al sur, tres al este y tres al oeste, y todas sus partes traseras quedaban hacia dentro. (I Reyes 7, 25)

  • Los porteros estaban colocados en los cuatro puntos cardinales: este, oeste, norte y sur. (I Crónicas 9, 24)

  • De los descendientes de Hebrón, Jasabías y sus hermanos, hombres valientes, 1.700 en total, tenían a su cargo la custodia de Israel, al oeste del Jordán, en todos los asuntos que se referían al Señor y al servicio del rey. (I Crónicas 26, 30)

  • La pila descansaba sobre doce toros, tres de ellos vueltos al norte, tres al sur, tres al este y tres al oeste; y todas sus partes traseras quedaban hacia dentro. (II Crónicas 4, 4)

  • los que ha reunido de todos los países del norte y del sur, del este y del oeste. (Salmos 107, 3)

  • Unos vienen de lejos, otros del norte y del oeste, otros del país de Asuán. (Isaías 49, 12)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina