Talált 41 Eredmények: Ofrecido
"A partir del día después del sábado, a saber, del día en que hayáis ofrecido la gavilla con el rito de presentación, contaréis siete semanas completas. (Levítico 23, 15)
"Si el voto se refiere a animales que pueden ser presentados como ofrenda al Señor, entonces todo animal ofrecido en voto al Señor es sagrado; (Levítico 27, 9)
Si alguno, estando limpio y no de viaje, deja de celebrarla, será extirpado de su pueblo por no haber ofrecido a su tiempo la ofrenda al Señor, y cargará con su pecado. (Números 9, 13)
y su carne será para ti lo mismo que el pecho ofrecido con rito de presentación y la pierna derecha. (Números 18, 18)
Una vez ofrecido lo mejor de vuestros diezmos, no incurriréis ya en culpa ni profanaréis las cosas consagradas por los israelitas, y no moriréis". (Números 18, 32)
y Dios se le apareció. Balaán le dijo: "He dispuesto los siete altares y he ofrecido en cada uno de ellos un novillo y un carnero". (Números 23, 4)
Además del holocausto diario y su correspondiente ofrenda de vino, será ofrecido al Señor un macho cabrío en sacrificio por el pecado". (Números 28, 15)
Nada de ello he comido estando de luto, nada he consumido en estado de impureza, ni lo he ofrecido a un muerto. He obedecido al Señor, mi Dios, y he cumplido todo lo que me has ordenado. (Deuteronomio 26, 14)
Al día siguiente, cuando se levantó la gente de la ciudad, vieron que el altar de Baal había sido destruido, el cipo que estaba junto a él cortado, y el toro gordo había sido ofrecido en holocausto sobre el nuevo altar. (Jueces 6, 28)
Elí bendecía a Elcaná y a su mujer, diciendo: "Que el Señor te dé descendencia de esta mujer en lugar del que ella ha ofrecido al Señor". Y ellos se volvían a su casa. (I Samuel 2, 20)
Salomón inmoló, como sacrificio de reconciliación ofrecido al Señor, veintidós mil toros y ciento veinte mil ovejas. De esta manera, el rey y todos los israelitas celebraron la dedicación del templo del Señor. (I Reyes 8, 63)
Fueron destruidos en su presencia los altares de Baal y los cipos que había sobre ellos. Rompió las imágenes de Aserá, los ídolos y las estatuas; los hizo polvo y lo esparció sobre las tumbas de quienes les habían ofrecido sacrificios. (II Crónicas 34, 4)