Talált 103 Eredmények: Queda

  • La mayor dijo a la menor: "Nuestro padre es viejo y no queda varón en la región que pueda juntarse con nosotras como hace todo el mundo. (Génesis 19, 31)

  • Pues se dijo: "Si Esaú alcanza el primer grupo y lo ataca, el otro que queda podrá salvarse". (Génesis 32, 9)

  • estábamos atando gavillas en el campo, y en esto que mi gavilla se levanta y se queda derecha, mientras que las vuestras se ponen alrededor y se inclinan ante la mía". (Génesis 37, 7)

  • Pasado aquel año, volvieron al año siguiente y le dijeron: "No podemos ocultar a nuestro señor que se nos ha acabado el dinero; también el ganado es ya de nuestro señor y ahora no nos queda para nuestro señor sino nuestro cuerpo y nuestras tierras. (Génesis 47, 18)

  • No dejaréis nada de él para la mañana siguiente; si queda algo, lo quemáis. (Exodo 12, 10)

  • Harás dos anillos de oro, que pondrás en las dos puntas inferiores del pectoral, en el borde interior que queda junto al efod. (Exodo 28, 26)

  • Si queda para el día siguiente algo de carne del sacrificio de investidura o de los panes, lo quemas en el fuego; no se comerá, porque es cosa santa. (Exodo 29, 34)

  • Hicieron otros dos anillos de oro, que pusieron en las dos puntas inferiores del pectoral, en el borde interior que queda junto al efod. (Exodo 39, 19)

  • todo lo que queda del novillo, será llevado fuera del campamento a un lugar puro, donde se tiran las cenizas, y allí será quemado sobre la leña; será quemado en el lugar donde se tiran las cenizas. (Levítico 4, 12)

  • No será cocido con levadura. Se lo doy a ellos como parte de las ofrendas quemadas en mi honor: es una porción sacrosanta, como parte que queda del sacrificio por el pecado y del sacrificio de reparación. (Levítico 6, 10)

  • Si queda algo para el día tercero, será quemado en el fuego. (Levítico 7, 17)

  • Éstos son los reptiles que tendréis por impuros: el que toque sus cadáveres queda impuro hasta la tarde. (Levítico 11, 31)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina