Talált 120 Eredmények: Samaría

  • El año treinta y siete de Joás, rey de Judá, Joás, hijo de Joacaz, comenzó a reinar sobre Israel en Samaría. Reinó dieciséis años. (II Reyes 13, 10)

  • Joás murió y fue sepultado en Samaría con los reyes de Israel. Le sucedió en el trono Jeroboán. (II Reyes 13, 13)

  • se apoderó de todo el oro y la plata y de todos los utensilios que había en el templo del Señor y en los tesoros del palacio real, tomó rehenes y se volvió a Samaría. (II Reyes 14, 14)

  • Joás murió y fue sepultado en Samaría con los reyes de Israel. Le sucedió en el trono su hijo Jeroboán. (II Reyes 14, 16)

  • El año quince de Amasías, hijo de Joás, rey de Judá, Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel, subió al trono en Samaría. Reinó cuarenta y un años. (II Reyes 14, 23)

  • El año treinta y ocho de Azarías, rey de Judá, Zacarías, hijo de Jeroboán, comenzó a reinar sobre Israel. Reinó en Samaría seis meses. (II Reyes 15, 8)

  • Selún, hijo de Yabés, comenzó a reinar el año treinta y ocho de Ozías, rey de Judá, y reinó en Samaría un mes. (II Reyes 15, 13)

  • Pero Menajén, hijo de Gadí, fue de Tirsá a Samaría y derrotó a Salún, hijo de Yabés; le mató y le sucedió en el trono. (II Reyes 15, 14)

  • El año treinta y nueve de Azarías, rey de Judá, Menajén, hijo de Gadí, empezó a reinar sobre Israel. Reinó diez años en Samaría. (II Reyes 15, 17)

  • El año cincuenta de Azarías, rey de Judá, comenzó a reinar sobre Israel en Samaría Pecajías, hijo de Menajén. Reinó dos años. (II Reyes 15, 23)

  • Pero se conjuró contra él Pécaj, hijo de Romelía, su capitán, que lo mató en Samaría, en la torre del palacio real, junto con Argob y Arié. Tenía consigo cincuenta hombres de Galaad. Lo mató y le sucedió en el trono. (II Reyes 15, 25)

  • El año cincuenta y dos de Azarías, rey de Judá, Pécaj, hijo de Romelía, comenzó a reinar sobre Israel. Reinó veinte años en Samaría. (II Reyes 15, 27)


“O amor é a rainha das virtudes. Como as pérolas se ligam por um fio, assim as virtudes, pelo amor. Fogem as pérolas quando se rompe o fio. Assim também as virtudes se desfazem afastando-se o amor”. São Padre Pio de Pietrelcina