Talált 50 Eredmények: Sube
Sube a un monte alto, mensajero de albricias de Sión, haz resonar fuertemente tu voz, mensajero de albricias de Jerusalén. Hazla resonar sin miedo: di a las ciudades de Judá: ¡Aquí está vuestro Dios! (Isaías 40, 9)
Sube al Líbano y grita, haz resonar tu voz desde Basán, vocifera desde Albarín, porque han sido destrozados todos tus amantes. (Jeremías 22, 20)
¡Sube a Galaad a buscar bálsamo, oh virgen, hija de Egipto! En vano multiplicarás los remedios. ¡Nada podrá curarte! (Jeremías 46, 11)
Desciende de tu esplendor, siéntate en el duro suelo, población de Dibón, porque el devastador de Moab sube contra ti y destruye tus fortalezas. (Jeremías 48, 18)
Como un león que sube de la espesura del Jordán a un pasto de perenne verdor, así, en un instante, los haré salir de allí y estableceré a mi elegido. Pues, ¿quién hay como yo? ¿Quién me podrá desafiar? ¿Quién es el pastor que me pueda hacer frente? (Jeremías 49, 19)
¡Sube al país de Meratáyim, sube contra él y contra los habitantes de Pecod! ¡Empuña la espada, extermínalos -dice el Señor-, ejecuta mis órdenes! (Jeremías 50, 21)
Como un león que sube de la espesura del Jordán a una pradera de perenne verdor, así, en un instante, les haré salir de allí y estableceré a mi elegido. Pues, ¿quién hay como yo? ¿Quién me podrá desafiar? ¿Quién es el pastor que me puede hacer frente? (Jeremías 50, 44)
Levántate, Jerusalén, sube a lo alto, vuelve tus ojos hacia oriente y mira a tus hijos reunidos del oriente al occidente por la palabra del santo, alegres del recuerdo de Dios. (Baruc 5, 5)
Otras dos mesas había en el lado exterior, para el que sube, a la entrada del pórtico norte, y otras dos al otro lado, hacia el vestíbulo del pórtico. (Ezequiel 40, 40)
Por el contrario, cuando seas invitado, ponte en el último puesto, y así, cuando venga el que te invitó, te dirá: Amigo, sube más arriba. Entonces te verás honrado ante todos los comensales. (Lucas 14, 10)
Después de esto tuve una visión. Vi una puerta abierta en el cielo; y la voz del principio, la que oí hablarme como con sonido de trompeta, me dijo: "Sube aquí y te mostraré lo que va a suceder en seguida". (Apocalipsis 4, 1)
Cuando hayan acabado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará. (Apocalipsis 11, 7)